LA HABANA, Cuba. — El laboratorio de ideas Cuba Siglo 21 ha lanzado su dosier número cuatro, en el cual sugiere la aplicación de la matriz FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) a las empresas e inversionistas que deseen interactuar con el régimen cubano.
Atendiendo a que varias entidades buscan negociar con La Habana sobre diferentes materias, desde el control de la emigración hasta el pago de viejas deudas, pasando por el interés en que mejore la situación de los derechos humanos en la isla, el dossier recuerda a los aspirantes que las necesidades del régimen no suelen coincidir con las del pueblo cubano.
Según el análisis realizado por Cuba Siglo 21, el levantamiento de sanciones que exige el régimen no obedece a la voluntad de mejorar las condiciones de vida de los cubanos, sino a la posibilidad de ampliar sus márgenes de ganancia y mantener sus operaciones ilícitas de lavado de dinero.
La única condición actual del castrismo que Cuba Siglo 21 valora como una “oportunidad”, es que en más de seis décadas de dictadura la élite del poder cubano nunca se ha visto tan débil como ahora. Asimismo, subraya que la oligarquía ha intentado recuperar la estabilidad política a golpe de represión y éxodo masivo; pero se ha dado cuenta de que necesita cambios radicales para no colapsar. La solución ha sido recurrir a ideólogos conservadores del Kremlin para articular un capitalismo de estado al estilo de la Rusia de Putin.
Entre las debilidades que señala el Dossier, la más importante radica en que los potenciales socios que quieren negociar con el régimen ignoran las causas endógenas de la crisis cubana. No solo el mal manejo de la economía ha sido responsabilidad del gobierno cubano. El nuevo sistema de confrontación a las democracias occidentales por parte de regímenes totalitarios y autocráticos, tiene a Cuba entre sus principales impulsores. El Partido Comunista que ahora encabeza Miguel Díaz-Canel lidera a las dictaduras de Venezuela y Nicaragua en estrecha componenda con Rusia e Irán.
La principal amenaza recogida en el Dossier es que actores externos obstaculicen aún más la labor de los cubanos que trabajan para lograr una transición a la democracia. Existe el peligro de que vuelvan a aplicarse políticas que en el pasado no funcionaron de la manera esperada; por el contrario, solo sirvieron para fortalecer a los opresores.