MIAMI, Estados Unidos.- Funcionarios del Departamento de Estado deberían solicitar la ayuda de las agencias de salud de EEUU para evaluar serie de misteriosos ataques contra diplomáticos en Cuba, según legisladores frustrados por el ritmo de la investigación.
“Necesitamos utilizar todos los recursos disponibles para descubrir la causa médica y el impacto de lo que le sucedió al personal de nuestra embajada en Cuba”, escribieron el martes el presidente de Asuntos Exteriores de la Cámara, Ed Royce, republicano por California, y su homólogo demócrata, Eliot Engel, de Nueva York.
Engel y Royce dirigieron esa apelación no al Departamento de Estado, sino a los mejores médicos del gobierno federal, refiere el Washington Examiner. Quieren que el Centro para el Control de Enfermedades, junto con el Instituto Nacional de Salud (CDC y NIH por sus siglas en inglés, respectivamente), “asuman un papel de liderazgo” en una revisión de los ataques que dejaron a 24 diplomáticos estadounidenses con pérdidas auditiva y otros “problemas cognitivos” en el último año.
“Su pericia es necesaria ahora más que nunca para determinar qué sucedió exactamente con el personal de EEUU en Cuba”, escribieron al director del NIH, Francis Collins, y a la jefa de los CDC, Brenda Fitzgerald.
La misiva es la última señal del descontento del Congreso sobre cómo el equipo del Secretario de Estado Rex Tillerson ha respondido a los ataques, que comenzaron en noviembre de 2016 pasado pero no se revelaron públicamente hasta agosto pasado. Los incidentes han desconcertado al Departamento de Estado, que retiró a la mayoría de los funcionarios estadounidenses de La Habana y expulsó al grueso de los diplomáticos cubanos de los Estados Unidos, pero no ha podido explicar quién llevó a cabo los ataques ni cómo.
“No tenemos a los verdaderos expertos en salud del Gobierno de los Estados Unidos investigándolo”, dijo un ayudante del Congreso al Washington Examiner mientras discutía la carta. “Tienen a los doctores en el Departamento de Estado mirando esto, pero ese no es realmente su papel… su papel es tratar a las personas en el Departamento de Estado”.
Los legisladores del Senado y la Cámara de Representantes de ambos partidos se han quejado de la respuesta del Departamento de Estado a los ataques. Un grupo bipartidista de representantes solicitó a la Oficina de Responsabilidad Gubernamental, el brazo vigilante del Congreso, que abra una revisión de la toma de decisiones del Departamento de Estado sobre el tema en los últimos meses. Engel agregó al coro el mes pasado con otra carta solicitando un informe del Departamento de Estado.
Esa carta permanece sin respuesta, un silencio que puede haber contribuido a su decisión de recurrir a NIH y CDC.
“Mientras el Comité espera una actualización del Departamento de Estado sobre la investigación de ataques sónicos contra el personal que trabaja en la Embajada de los EEUU en La Habana, Cuba, escribimos para instar a [CDC y NIH] a que se ofrezcan a asumir un papel principal en la investigación de los efectos médicos de estos incidentes y su posible causa”, escribieron Engel y Royce.