MIAMI, Estados Unidos. – El Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) envió una carta al presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, solicitando que se aplique el principio de reciprocidad con Cuba en las relaciones con la oposición política. La petición se basa en la activa y pública relación que mantiene la Embajada de Cuba en Uruguay con referentes políticos opositores al Gobierno de Lacalle Pou.
Mediante la carta, el director general de CADAL, Gabriel C. Salvia, instó al presidente uruguayo a que el Ministerio de Relaciones Exteriores instruya al embajador uruguayo en Cuba a mantener contactos regulares con referentes de la oposición democrática en ese país.
“Si bien el Gobierno de Cuba considera ilegales a sus opositores, no corresponde para CADAL que un país democrático como el Uruguay extienda a sus colegas cubanos la ilegalidad que el régimen de partido único les impone”, dijo Salvia.
La solicitud incluye propuestas como visitas de diplomáticos uruguayos a domicilios o lugares de encuentro de opositores cubanos y reuniones en la sede de la legación uruguaya en Cuba. CADAL también pidió que un grupo representativo de actores democráticos cubanos sea invitado a la recepción de la Fiesta Nacional de la República Oriental del Uruguay en La Habana el próximo 25 de agosto, incluyendo a figuras como la periodista Yoani Sánchez y el activista político Manuel Cuesta Morúa.
Asimismo, CADAL presentó como evidencia dos ejemplos recientes de actividades públicas de la Embajada de Cuba en Uruguay con políticos opositores a su Gobierno, incluyendo un acto por el 70 aniversario del ataque al cuartel Moncada y una recepción a la embajadora de Cuba por parte de la presidenta de la Junta Departamental de Montevideo.
“En consecuencia, CADAL argumentó que el Gobierno de Cuba tendrá que aceptar ―de acuerdo al principio de reciprocidad― que los diplomáticos de la Embajada de la República Oriental del Uruguay en La Habana mantengan intercambios con referentes de la oposición democrática cubana”, señala el comunicado. Esto, aclaró CADAL, se alinea con las prácticas de embajadas de países democráticos de Europa en Cuba, cuyos estándares de institucionalidad democrática se equiparan a los del Uruguay.
La solicitud se produce en un momento de tensión diplomática y podría tener implicaciones significativas en las relaciones bilaterales entre Uruguay y Cuba. La respuesta del Gobierno uruguayo y el impacto en la diplomacia regional permanecen bajo escrutinio y podrían marcar un nuevo capítulo en el enfoque de Uruguay hacia las relaciones con Cuba, sostiene CADAL.