MIAMI, Estados Unidos.- Jair Bolsonaro, el nuevo presidente electo de Brasil, se comprometió a consolidar en América Latina la “nueva línea política que nació” en los comicios de octubre pasado, y convocó a sumar esfuerzos para combatir al comunismo en la región, impulsado por Cuba y seguido de cerca por Venezuela y Nicaragua, informó la agencia de noticias EFE.
Las declaraciones del futuro presidente fueron en la “Cumbre Conservadora de las Américas”, organizada por uno de sus hijos, el diputado Eduardo Bolsonaro, en la que congregó a representantes de una decena de países de la región.
El líder de la derecha brasileña dijo que todos en América Latina “saben cuales son las consecuencias de la izquierda”, sobre las que añadió que “el ejemplo más claro es Cuba, y el país que más se aproxima a esa realidad es Venezuela”.
En la conferencia, el diputado Eduardo Bolsonaro llegó a ofrecer a Brasil como sede para un hipotético juicio a las “dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua”. “Sería un motivo de gran satisfacción para Brasil recibir a ese tribunal”, dijo.
La propuesta del juicio fue planteada por el activista cubano Orlando Gutiérrez, opositor del régimen cubano radicado en Estados Unidos, quien afirmó que los pueblos de América Latina deben “unirse para ponerle fin” a las “dictaduras comunistas” de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Con apenas 34 años, el tercero de los cinco hijos de Bolsonaro reunió a representantes de los sectores más conservadores de América Latina para lanzar las bases de una plataforma opuesta al Foro de Sao Paulo, que desde hace tres décadas agrupa a organizaciones de izquierda de la región.
Bolsonaro padre, el nuevo presidente de Brasil, no asistió a la cita, pero envió un claro mensaje a la conferencia y se comprometió a consolidar la “nueva línea política que nació” en las recientes elecciones, y animó a los conservadores de América Latina “a no desistir, a no perder la esperanza” y a mantener viva la llama de la libertad.
Así mismo, pidió “combatir juntos los objetivos del Foro de Sao Paulo” y a librar “una lucha amplia por la libertad, la democracia y el libre comercio”.
Conforme a lo dicho por el dirigente político, lo que estará en juego a partir del 1 de enero, cuando asuma el poder, “no será el éxito o el fracaso de un mandato, sino el éxito o el fracaso del propio Brasil”.