LA HABANA, Cuba. – La Agencia Central de Inteligencia (CIA), la invasión a Cuba por Bahía de Cochinos, o el escándalo conocido como Watergate, son algunos de los vínculos que han dado relevancia al nombre de Bernard León Barker, un cubano nacido en La Habana, en marzo de 1917, hijo de padre estadounidense y madre cubana.
Con apenas 16 años, Bernard León se unió al grupo ABC, una organización radical, de corte terrorista, que se oponía al Gobierno del presidente Gerardo Machado. Su padre, preocupado por el camino que había tomado el joven, lo envió a estudiar a Estados Unidos, donde obtuvo la ciudadanía. Poco después, en 1935, regresó a Cuba para ingresar en la Universidad de La Habana.
El día después del ataque a la base de Pearl Harbour, en 1941, Bernard León Jr. se convirtió en el primer cubanoamericano que se unió al ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. Alcanzó el grado de teniente segundo y participó en varias misiones en el Golfo de México antes de ser enviado a Londres como parte de la fuerza aérea, donde sirvió a bordo de un bombardero.
Una vez terminada la guerra, Barker volvió a Cuba y se unió a la Policía Nacional, con el grado de sargento. Poco tiempo más tarde, fue reclutado por el FBI y la CIA. Trabajó para ambos como agente encubierto hasta el triunfo de Fidel Castro, en enero de 1959.
Barker emigró con su familia a Miami en enero de 1960. Allí se convirtió en una figura importante dentro del exilio cubano. Como parte de su trabajo para la CIA, se dedicó a reclutar hombres para la Brigada 2506, que luego tomó parte en la infructuosa invasión por Bahía de Cochinos.
En 1972, Bernard León Barker tomó parte en el plan secreto, autorizado por John N. Mitchell ―fiscal general bajo el mandato del presidente Richard Nixon―, de colocar micrófonos en las oficinas de campaña del Partido Demócrata, un acto ilegal que, tras ser descubierto, obligó a Nixon a dimitir, y pasó a la historia con el nombre de Watergate.
Barker cumplió una condena de 12 meses por su participación en los hechos. Tras ser liberado, regresó a Miami, donde trabajó y vivió hasta su muerte, en junio de 2009.