MIAMI, Estados Unidos. — Diariamente, decenas de cubanos se lanzan al mar intentando llegar a Estados Unidos en arriesgadas travesías por el estrecho de Florida. Sin embargo, detrás de las imágenes que muestran a muchos migrantes de la Isla desembarcando en tierras de libertad se esconde una realidad desgarradora: la inmensa mayoría de esos balseros son interceptados por las autoridades estadounidenses para luego ser devueltos a Cuba.
Quede claro que llegar por vía marítima a Estados Unidos a bordo de embarcaciones artesanales tampoco es cosa fácil. En los últimos meses, grupos enteros de cubanos han desaparecido en el mar. Hay testimonios de personas que han perdido a familiares y seres queridos en el intento. Recientemente, algunos de ellos fueron siniestrados por guardacostas cubanos.
El hecho es que casi ningún cubano logra llegar a territorio continental, sino que desembarcan en los Cayos de Florida, incluso en territorios aún más aislados, como Dry Tortugas, donde son presas fáciles de los operativos de la Patrulla Fronteriza. Otros, que no son pocos, son recatados por la Guardia Costera en el mar para su posterior devolución a la Isla.
A inicios de esta semana, un video mostraba a un grupo numeroso de balseros desembarcando en Sombrero Beach, en la ciudad de Marathon. Uno de los presentes en el lugar decía a los migrantes que ya habían llegado, que estaban bien. Alguna voz aseguraba incluso que ya habían tocado tierra, como si el hecho en sí de llegar les garantizara los beneficios que otrora tenían los cubanos en tiempos de “Pies secos, pies mojados”.
Más allá de las cifras que facilitan las autoridades estadounidenses, poco se sabe de los balseros cubanos que arriban a Estados Unidos. La Guardia Costera señala que en el año fiscal 2022, finalizado el pasado 30 de septiembre, más de 6 000 balseros fueron interceptados y deportados. Desde el 1 de octubre hasta la fecha han sido detenidos otros 2 000.
El protocolo de las autoridades de EE. UU. es claro: brindarles alimentos y atención de rigor para luego devolverlos a Cuba. Ciertamente, hay reportes de cubanos que han logrado permanecer en Estados Unidos con sus familiares, aunque se desconoce las circunstancias que facilitaron su permanencia en el país con las actuales políticas gubernamentales.
La lejanía de los Cayos de Florida y la carencia de dispositivos de comunicación hacen muy difícil que los balseros cubanos puedan conectar con familiares en EE. UU., en caso de que los tengan. El condado de Miami-Dade —donde radica buena parte de la comunidad cubana en el Sur de Florida— y la zona de los cayos hay cientos de millas bien custodiadas por la Patrulla Fronteriza y agentes del orden, que han redoblado la vigilancia ante la llegada masiva de cubanos.
Tampoco abundan los testimonios en la Isla de quienes fueron deportados, personas que, en muchos casos, dejaron todo lo que tenían para escapar de la represión y la miseria en que el comunismo ha sumido a la Mayor de las Antillas.
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