MIAMI, Estados Unidos. — El 7 de mayo de 1910, sobre terrenos del Hipódromo de La Habana —ubicado en el actual municipio de Playa— el piloto francés André Bellot voló el primer avión en Cuba.
El hecho quedó recogido por la historia como el inicio de la actividad aeronáutica en el país caribeño y consagró a Bellot como un pionero de la aviación mundial.
Reseñas del suceso indican que unas 60 personas, entre las que se encontraban periodistas, políticos, banqueros y veteranos de la Guerra de Independencia, presenciaron el vuelo de aquel artefacto, al que todos llamaban aeroplano.
El avión en el que se llevó a cabo la maniobra fue un Voisin, del fabricante francés Avions Voisin, que desde 1905 lanzaba al mercado aviones y automóviles.
El Voisin que sobrevoló sobre La Habana el 7 de mayo de 1907 era un biplano monoplaza con motor trasero marca Buchet, de 20 HP de potencia. La aeronave tenía el timón-elevador delante y el de dirección detrás; también contaba con una estructura de madera, reforzada con piezas de metal, especialmente la parte que sujetaba el motor.
Tras el inicio de la exhibición, el avión conducido por André Bellot rápidamente se elevó hasta una altura de escasos 30 metros y tomó rumbo norte-noroeste hasta descender en las inmediaciones de Monte Barreto.
El vuelo duró escasos 2 minutos y 29 segundos. El aterrizaje, que más bien fue una caída, prácticamente dejó inhabilitado el biplano.
La historia recoge que André Bellot, protagonista de la hazaña, llegó a Cuba contratado por habaneros entusiastas de la aeronáutica. Previamente, Bellot ya había realizado vuelos en otros países latinoamericanos, como México —también con un avión Voisin— y Argentina, ambos antes de mayo, aunque todos en el mismo año 1910.