Los peloteros cubanos (agentes libres), Yozzen Cuesta y Misael Siverio, asistirán el viernes por la mañana al estadio Roger Dean, localizado en el 4751 Main Street, Júpiter, Florida, para que los buscadores de talento observen sus habilidades en el terreno de juego.
La página digital pinstripeally.com señala que los Yankees de Nueva York no ofrecieron mucha resistencia a otros equipos, especialmente a los Medias Rojas de Boston, a la hora de lograr los servicios de Rusney Castillo, pero que en esta ocasión sí estarían interesados en contratar a Cuesta o Siverio.
Siverio, de 25 años, es un lanzador zurdo que jugó con el equipo de Villa Clara en las series nacionales cubanas entre 2007 y 2012. Abandonó el equipo Cuba en 2013 cuando jugaba contra un equipo universitario estadounidense en Des Moines, Iowa.
Cuesta, jugó la primera base con el equipo Ciego de Ávila en la series nacionales de 2007, 2010, 2011 y 2012. Dejó el equipo cubano en 2013 durante la competencia conocida como World Baseball Challenge, en Canadá; luego pasó a Estados Unidos, donde se reunió con su esposa, que había ingresado a territorio estadounidense tres meses antes.
Los cazatalentos indicaron este año que Cuesta “batea bien y su poder es superior al promedio”. Sin embargo, dijeron también que tendría que mejorar su desempeño en la primera almohadilla (defensa), y que aún no estaría listo para jugar en las Grandes Ligas y debería pasar algún tiempo en las ligas menores.
Los scouts consideran que la mejor arma de Siverio, sería la curva, que acostumbra a lanzar independientemente del conteo en que tenga al bateador. Su bola rápida registra 86 y 87 millas por hora. Durante su carrera en Cuba, tuvo un promedio de carreras limpias permitidas de 3.24, con un promedio de ponchetes de 7.6 por cada nueve entradas lanzadas, y en el invierno pasado lanzó en México, donde tuvo un promedio de carreras limpias permitidas de 2.45.
Cuando jugaba con las Águilas de Mexicali, en México, Siverio dijo lo siguiente:
“Somos cubanos y salimos de Cuba a buscar un sueño, que es poder jugar en las Grandes Ligas; poder algún día integrar un equipo en las Grandes Ligas (…) prepararme y darlo todo en el terreno, porque el terreno es el que dice la última palabra”.
Martínoticias
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