En Venezuela y Bolivia, Irán ha dado un paso más, al desarrollar una presencia militar a través de acuerdos conjuntos en las industrias de defensa. En Venezuela, la zona cero de esta actividad es el estado Aragua, donde El Aissami es el gobernador.
La Habana aplaude la intervención islámica. Desde el surgimiento del chavismo, Cuba ha proporcionado servicios de inteligencia a Venezuela y sus aliados regionales, principalmente Nicaragua, Bolivia y Ecuador. Humire dice que también ha suministrado tecnología de la información para pasaportes, lo que les ha permitido a estos países tramitar documentos a personas de Medio Oriente, otorgar documentos nuevos y mantener en secreto sus verdaderas identidades. Cuba ha utilizado esta capacidad para intercambiar información con países afines, incluidos Rusia e Irán.
Criado en Venezuela por un padre musulmán nacido en Líbano y adoctrinado por el movimiento estudiantil de izquierda Utopía 78 en la Universidad de los Andes, fue ministro del Interior entre 2008 y 2012. Según un informe de junio de 2014 del Center for a Secure Free Society, con sede en Washington, del que Humire es director ejecutivo, “autoridades regionales de inteligencia” creen que la oficina de El Aissami utilizó tecnología de la información desarrollada por seguridad estatal cubana para otorgarles a 173 personas de Medio Oriente nuevas identidades venezolanas que son extremadamente difíciles de rastrear.
El informe, Canada on Guard: Assesing the Immigration Threat of Iran, Venezuela and Cuba (algo así como Canadá en guardia: evaluando la amenaza inmigratoria de Irán, Venezuela y Cuba), señala que autoridades de inteligencia de la región creen que entre “las personas de interés más notables” que recibieron documentos falsos de Caracas estaba Suleiman Ghani Abdul Waked, un importante miembro de la libanesa Hezbolá. El mismo informe, que cita entrevistas con autoridades de inteligencia latinoamericanas anónimas, sostiene que El Aissami ha construido “un conducto terrorista criminal que trae militantes islamistas a Venezuela y países circundantes, y envía fondos ilícitos de América Latina a Medio Oriente”. Humire me dijo que el gobierno venezolano calificó el informe como propaganda estadounidense.
Aragua es sede de Parchin Chemical Industries (PCI) y Qods Aviation, dos empresas de las fuerzas armadas iraníes que tienen sociedades con la industria militar venezolana, según Iran’s Strategic Penetration of Latin America. PCI es fabricante de explosivos, munición y propulsores para misiles. Qods es productor de vehículos aéreos no tripulados. Ambas compañías han sido sancionadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas bajo la Resolución 1747.
El capítulo escrito por Humire señala que La Habana ahora “intenta cancelar su deuda con Irán” para recibir asistencia económica de Teherán. Esta ayuda sin lugar a dudas estará condicionada a un mayor acceso iraní a los países bajo influencia cubana, incluyendo Venezuela, dice el experto. Probablemente acudirán a El Aissami para que los ayude.