Octubre 31, 2006
Ferrocarriles de Cuba: otro dolor de cabeza
Reinaldo Cosano Alén, Sindical Press
LA HABANA, octubre (www.cubanet.org) - El abandono del sistema ferroviario
durante la década de los años noventa (calificada como período
especial) pone en aprietos al gobierno, luego de comprar nuevas locomotoras
en China.
Problema acuciante en el complejo mundo ferroviario es el envejecimiento
de la fuerza laboral especializada, mientras que al mismo tiempo otros
abandonan la Empresa de Ferrocarriles de Cuba debido a los bajos salarios
e inadecuadas condiciones de trabajo.
El marcado deterioro de las vías férreas también
contribuye al mal funcionamiento de los ferrocarriles, donde se incluye
la urgente necesidad de construir nuevos puentes, sin los cuales las nuevas
locomotoras no podrán circular adecuadamente.
El Ministerio de Transporte tiene previsto crear una sede universitaria
en la capital con el propósito de resolver el déficit laboral
calificado, lo que no es cuestión de un día, en momentos
en que la urgencia de técnicos medios y obreros calificados se
hace patente, aunque ya existe un instituto tecnológico en el municipio
Regla para preparar ferroviarios.
Edelmis Olano Fernández, residente en Bajurayabo, Habana del Este,
usuario del tren, resume así la situación: "Nunca sale
ni llega a su hora. Es frecuente el constante cambio de locomotoras en
las vías por roturas, lo que obliga a dar paso a otros trenes que
ruedan en sus correspondientes horarios, y provoca que la espera se prolongue
durante muchas horas. A veces algunos viajes previstos para unas trece
horas alcanzan las veinticuatro, debido a los atrasos en las vías.
Además, los asientos son ortopédicos, están rotos,
no hay agua para beber, y se venden latas de refrescos a diez pesos cada
una, y no todos pueden comprarlas para calmar la sed que provocan viajes
tan largos"
Muchos se preguntan, irónicamente, si tantas deficiencias y maltratos
a la ciudadanía son responsabilidad del embargo norteamericano
o del régimen que no funciona bien.
Cincuenta años atrás, Cuba disponía de una red ferroviaria
muy bien articulada, funcional, con servicio tanto de pasajeros como de
carga. Cómodos y baratos. El cumplimiento de los horarios de salida
y llegada de los trenes era regla de oro de la ética ferroviaria.
Los trenes de recorrido nacional disponían de coches dormitorios
y coches comedores, que ya sólo existen en el recuerdo de los cubanos
más viejos.
Con el desmantelamiento de la industria azucarera hasta los raíles
fueron arrancados de sus sitios, provocando nuevas dificultades a las
poblaciones rurales.
Desde mediados del siglo XIX, Cuba disponía de una vasta red ferroviaria.
Antes que España, la Isla tuvo ferrocarril. Da tristeza mirar atrás.
El pequeño pero útil museo ferroviario situado en la estación
central de La Habana, con sus pequeñas pero majestuosas locomotoras
detenidas para siempre, puede dar razones de un país también
detenido en el tiempo.
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