Mayo 12, 2003
Continúan experimentos con alumnos de secundaria
LA HABANA, 9 de mayo (www.cubanet.org) - Como un método experimental,
los alumnos de la Escuela Secundaria Básica Enrique Galarraga, en el
municipio capitalino Habana Vieja, siguen siendo obligados a permanecer nueve
horas y media en el centro escolar, con una merienda "fuerte",
consistente en un pan con croqueta y un vaso de yogur de soya.
La asistencia y permanencia en las aulas es obligatoria para los
adolescentes en edades comprendidas entre los 12 y 15 años, y no pueden
llevar almuerzo o merienda de sus casas, para evitar que se manifiesten
diferencias sociales entre los alumnos. Tampoco les permiten salir del centro
escolar, de manera que tienen que permanecer hambrientos durante el extendido
horario escolar.
Según los directivos, aunque algunos padres tienen poder adquisitivo,
la mayoría carecen de medios para darle un almuerzo decente a sus hijos.
En el centro estudiantil pusieron neveras nuevas, pero no hay agua. Por esta
misma razón no autorizan a los alumnos a ir al baño y tampoco a
realizar aseo bucal.
Por otra parte, el director del centro dijo a los estudiantes que llevaran
juegos de parchís, de damas y de ajedrez para que se entretengan en los
tiempos libres, cuando no haya profesores.
Estas medidas, que para los alumnos son completamente arbitrarias, eliminan
los planes personales de muchas jovencitas que realizaban ejercicios aeróbicos
en horarios de la tarde y recibían clases particulares de música e
idioma inglés.
Otros alumnos, como Susana Rodríguez, de 14 años, tienen que
llevar un certificado médico del especialista en ortodoncia, donde se
diga bien claro que por las correcciones dentales metálicas, le está
prohibido comer pan duro. Esto la libraría de comer pan con croqueta.
Igual método deben emplear aquellos niños que sean alérgicos
a la soya.
Como se sabe, en esta edad tan difícil donde la rebeldía y la
necesidad de libertad ocupan un lugar promisorio, los jóvenes deben
realizar actividades diferentes, con el objetivo de ensanchar sus horizontes.
Pero el objetivo de las autoridades educaciones del país, separar a los
adolescentes de sus padres y tenerlos más tiempo bajo adoctrinamiento, se
ha convertido en una obsesión. cnet/24
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