Julio 26, 2001
Discriminatoria política de
empleo en Cuba
Víctor Domínguez, Lux Info Press
LA HABANA, julio - La obligatoriedad de presentar avales políticos
para tener acceso a empleos supuestamente bien remunerados en la Cuba socialista
es causa de arbitrariedades, motivo de corrupción y un acto
discriminatorio contra quienes, reuniendo la calificación que exige un
puesto de trabajo determinado, no cumplen el requisito de incondicionales al
sistema.
Este manifiesto chantaje ideológico, desmentido cínicamente
por los voceros oficiales de una política de empleo excluyente por
razones ajenas al desempeño del trabajador, ha cobrado víctimas en
todos los sectores laborales del país, con mayor frecuencia en las
corporaciones y empresas vinculadas al turismo internacional, ya sea en la
producción o en los servicios.
La utilización en los departamentos de personal de una planilla que
exige con lujo de detalles la integración revolucionaria del solicitante,
demuestra la condicionalidad política que debe cumplir quien aspire a un
empleo en cualquier entidad donde se cobre un por ciento del salario en divisas,
o simplemente se establezca un estímulo mensual a los trabajadores.
El caso de Aleida Barrero Martínez que, no obstante ser graduada de
maestra Makarenko y desempeñarse en cargos administrativos hasta el
pasado mes de mayo, solicitó la plaza de "auxiliar general"
(limpia pisos) en una entidad de la corporación Gaviota, con sede en la
Habana Vieja, ilustra sobre la politización del acceso al empleo dentro
de la isla.
Necesitada no tanto de los 125 pesos que devengaría al mes, sino de
los 52 dólares anuales y la jaba con productos de aseo que otorgan a los
trabajadores que no tengan ausencias ni llegadas tardes, paguen con puntualidad
la cuota sindical, donen el día de haber para las milicias de tropas
territoriales, participen en las tribunas abiertas y marchas programadas para su
municipio de residencia, Aleida, también ex-jefa de personal de una
empresa constructora que al ser fusionada con otra entidad del sector provocó
quedara sin empleo, decidió probar suerte y solicitó la plaza de
limpia pisos. Para ello tuvo que llenar una planilla similar a la que
reproducimos a continuación.
CURRICULUM VITAE
- Nombre (s) y apellidos - Dirección particular y teléfono
- Número de carnet de identidad - Nombre de los padres - Lugar
de nacimiento - Integración revolucionaria actual - Plaza a la
que aspira - Centro de trabajo actual y al que aspira laborar -
Salario actual - Estudios cursados u oficios que conoce
DOCUMENTOS QUE SE DEBEN ENTREGAR ANEXOS A ESTA PLANILLA
- Antecedentes
penales - Aval de un miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR)
- Aval de un miembro del Ministerio del Interior (MININT) - Aval de las
organizaciones de masas (CDR, FMC) - Aval del último centro de
trabajo - Chequeo médico pre-empleo - Autobiografía
detallada de su proyecto laboral - Dos fotografías
NOTA: Los estudios cursados se deben acreditar con los certificados
correspondientes, presentando el original y entregando una copia. Todos los
avales deben tener los datos ubicativos detallados (dirección, teléfono)
u otro dato que posibilite la localización de la persona que avala, y en
caso del centro de trabajo, con cuño oficial.
Al no presentar los avales respectivos del miembro de las FAR y del MININT,
y negarse a renovar unos antecedentes penales que tuvieron vencimiento el 29 de
junio pasado, la solicitud de la ciudadana fue desestimada con el real argumento
de una "bolsa de empleos" donde enfermeras, técnicas, obreras
calificadas y amas de casa, con todos los "requisitos cumplidos",
aguardan para ocupar una plaza similar.
Si hasta para limpiar pisos es necesario ser comunista o mentiroso -valga la
redundancia- ¿qué posibilidad se le deja a cualquier persona que
pese a su alto nivel profesional, o a sus habilidades en el desempeño de
un oficio, no forme parte de las organizaciones de masas ni comparta la ideología
de la revolución, sin que esto signifique una toma de partido en su
contra?
¿Acaso sólo le queda la opción de laborar en la
agricultura, el sector constructivo o la gastronomía estatal, de los que
huyen hasta los menos capacitados porque no satisfacen sus necesidades básicas?
¿No es esto obligar al desempleo a los "desafectos", y a
muchos marrulleros que dicen ser y no son comunistas a comprar certificados de
escolaridad, chequeos médicos pre-empleo y hasta el aval del último
centro de trabajo completamente falsos?
En un país donde las autoridades niegan que exista ningún tipo
de discriminación laboral por ideología, decenas de ciudadanos
honestos, por el solo hecho de no tener un aval que los vincule al sistema
impuesto en la nación, no tienen iguales posibilidades que similar o
mayor número de oportunistas favorecidos por una supuesta confiabilidad
política.
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