LAS TUNAS, Cuba. — Esta semana, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo, se convirtió en noticia internacional cuando dijo: “Estamos ya muy cansados de programas, medidas, estudios, diagnósticos… ¿Y la realidad dónde está? ¿Y la solución del problema dónde está?”
Conociéndose cómo funcionan los procesos de dirección en Cuba, es útil decir que, cuando el señor Lazo expresó “estamos ya muy cansados”, detrás de ese “estamos” no hay una expresión de modestia para eludir el prepotente “estoy”, sino que, efectivamente, hay otro, u otros, “ya muy cansados”, o hasta muy asustados, por la retahíla de “programas, medidas, estudios, diagnósticos”, que producen muchas palabras, pero nada de arroz, frijoles, carne o leche.
Como bien sabemos, Díaz-Canel está convencido que la producción de alimentos se conseguirá en Cuba mediante la intervención de la ciencia y la técnica. Solo así se conseguirá la “soberanía alimentaria”, por lo que parece poco probable que el “presidente” esté junto a Esteban Lazo entre los “ya muy cansados” de “estudios y diagnósticos”.
No voy a dilucidar mediante meras hipótesis, si fue el mismísimo general Raúl Castro —como viejo y experto hacedor de estratagemas que es — quien pidió a Lazo que les diera un rapapolvos a los burócratas de la comisión agroalimentaria, para que, quienes no tienen qué comer ni dineros para comprar comida, se sientan representados por los jefes superiores del Estado, porque todos sus problemas son culpa de los jefes municipales y provinciales, o como decían los fidelistas en vida del Gran Dictador, “Fidel no sabe lo que pasa abajo, a Fidel lo engañan los jefes de abajo”.
De tal suerte, como un cordón impregnado de pólvora, corrieron los regaños del presidente del llamado “parlamento cubano” a los “diputados” que integran la comisión agroalimentaria, y así llegaron a Miami. De si son un llamado a la responsabilidad y el orden, de verdad, o de mentiritas, poco importa, porque los problemas a solucionar en Cuba no son de forma, sino de fondo.
Y respondiendo a Esteban Lazo, cuando preguntó: “¿Y la realidad dónde está? ¿Y la solución del problema dónde está?”, tengo que decir lo que dije a mi hijo Albertico cuando, desde Florida, Estados Unidos, me dio la noticia de la alharaca en La Habana: “Lazo dice eso a los que no tienen valor de enfrentarlo. Lo que en Cuba no funciona es el sistema. El comunismo no ha funcionado en ningún lugar del mundo. El comunismo es una teoría sin valor práctico. Pero para que no se haga el chévere, que convoquen a elecciones generales para que los cubanos estén donde estén, elijan en democracia el sistema político que quieren y un presidente. Ahí mismo Estados Unidos levanta el embargo que ellos llaman bloqueo y se acabó el problema. A trabajar todos y todos a decir lo que piensan para buscar el rumbo debido. Así de simple”.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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