LA HABANA, Cuba. – Si un cubano ha logrado triunfar en la meca del cine, ese es Andrés Arturo García Menéndez, más conocido como Andy García, natural de La Habana, pero emigrado a Estados Unidos con su familia en 1961, tras el fracaso de la invasión por Bahía de Cochinos.
En Miami, los padres de Andy se ganaron la vida en ocupaciones diversas, hasta que lograron crear una compañía de perfumes que alcanzó un éxito notable en su época.
Andy comenzó a incursionar en la actuación mientras estudiaba en la Universidad Internacional de Florida, y no lo pensó dos veces para irse a Hollywood. Sus primeros papeles fueron breves, hasta que debutó en la famosa serie Hill Street Blues como miembro de una banda. En 1986, su actuación en el filme Ocho millones de maneras de morir llamó la atención del director Brian de Palma y, con este, la oportunidad de integrar el reparto del clásico del cine Los intocables de Eliot Ness, donde compartió el set con actores de la talla de Kevin Costner, Sean Connery y Robert de Niro.
Los intocables… se convirtió en un taquillazo, con muy buena acogida, además, por parte de la crítica. La carrera de Andy García despegó y en 1989 fue llamado por el director Francis Ford Coppola para trabajar en la tercera parte de una de las sagas más exitosas de la historia del cine: El Padrino. Su interpretación de Víctor Mancini le valió una nominación al Óscar como mejor actor de reparto, y lo consolidó como un actor de talla mundial.
Bajo la dirección de Ridley Scott protagonizó, junto a Michael Douglas, el filme Lluvia negra, y en 2001 formó parte del elenco de Ocean´s Eleven, de Steven Soderbergh. Realizó otras actuaciones memorables en los largometrajes Cuando un hombre ama a una mujer (1994) y Modigliani (2006).
En varias ocasiones Andy García ha criticado duramente al régimen comunista de La Habana y se ha solidarizado con el pueblo cubano que, según sus propias palabras “ha sufrido las atrocidades y represión provocadas por Fidel Castro y su régimen totalitario”.