LA HABANA, Cuba, marzo, 173.203.82.38 –Cualquiera diría que el dinero enviado a sus familiares por los cubanos residentes en el exterior no ha tenido un peso significativo en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), porque tanto los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular como el gobierno cubano, en sus balances anuales sobre el crecimiento de la economía, no parecen tener en cuenta el envío de remesas a Cuba.
Pero un hecho económico puso al descubierto el deliberado silencio y absurdo ocultamiento que sobre el tema de las remesas han asumido las autoridades cubanas.
A finales de diciembre del pasado año, el gobierno reconoció que el PIB solo se cumplió en 2,7%, del 3% fijado para el año. En esto incidió la caída de la producción de bienes.
Del total de divisas atesoradas el pasado año en las arcas del Estado, tuvieron un papel determinante los casi 7,000 millones de dólares por la venta al exterior de servicios especializados, principalmente a Venezuela, y lo recaudado por la visita a Cuba de 2,7 millones de turistas, de los cuales más de 400 mil son cubano- americanos.
Incidió de manera significativa la entrada de 2,294 millones de dólares por concepto de remesas, lo que significó un espectacular crecimiento, de 19% en relación con el año anterior.
Esta inusitada entrada de dinero ha sido la respuesta de la comunidad cubana residente en los Estados Unidos ante las medidas del presidente Obama, de levantamiento de las restricciones de los viajes familiares a Cuba y el envío de dinero. Diecinueve aeropuertos norteamericanos tienen permiso para vuelos fletados y desde ocho ciudades de ese país se realizan 80 vuelos semanales a Cuba.
A finales de diciembre del pasado año, los cubanos que ejercen el trabajo por cuenta propia, más los que explotan miles de hectáreas de tierra en usufructo, sumaban 600 mil. La puesta en marcha de estos negocios privados ha sido posible en gran medida por los dólares enviados por cubanos residentes en el exterior, principalmente en los Estados Unidos, a sus familiares.
Este dinero, llegado del norte, también posibilitó asumir la reparación de muchos viejos autos americanos dedicados hoy al alquiler, la compra de materiales para construir y reparar casas, y la de insumos agrícolas, así como de equipamientos para cafeterías y paladares, a precios minoristas, en las tiendas del Estado, con una sobretasa de 260% de su precio original.
A este auge de las remesas ha contribuido también la autorización de la compraventa de casas y automóviles, ya que muchos cubanos para hacer estas operaciones han recabado la ayuda monetaria de sus familiares residentes en el exterior.
Otro elemento que ha contribuido al auge de la entrada de dólares a Cuba, por concepto de remesas, ha sido el crecimiento vertiginoso de la telefonía celular en la Isla. Según ETECSA, empresa estatal cubana que tiene el monopolio de las telecomunicaciones, al cierre del pasado año, 1,2 millones de ciudadanos estaban abonados a la telefonía celular, lo cual significó ingresos aproximados de 340 millones de dólares. Muchos de estos celulares son costeados por familiares que residen en el extranjero.
En estos momentos, 71 agencias radicadas en territorio norteamericano se ocupan del envío de remesas a Cuba. Este floreciente negocio ha dado lugar a una fuerte competencia entre ellas, reflejada en la rebaja de los costos por los envíos. Tenemos el caso de las agencias que operan desde Miami, donde los envíos más caros no sobrepasan 15%, muy por debajo del 20% que cobraban hace unos meses.
Es tal el tráfico de personas, dinero y mercancías, que estas agencias ya no solo se ocupan de tramitar viajes y remesas. También se dedican al envío de ropa, comida y medicinas, y algunas también a la recarga de celulares. Toda una sinergia de servicios como respuesta al inusitado incremento de los cientos de miles de cubano-americanos que visitaron Cuba el pasado año.