LA HABANA. Cuba, enero, 173.203.82.38 – La prensa oficialista se limitó a realizar una pequeña mención de los conciertos ofrecidos por el cantautor Pablo Milanés, junto a su hija Lynn; tal vez los mejores y más emotivos espectáculos ofrecidos en esta ciudad durante el mes pasado.
Es probable que el “olvido” de la prensa oficial, esté relacionado con el título de la canción que Pablo eligió para abrir sus conciertos en el Teatro Mella. El trovador comenzó los conciertos con “Canción para un pueblo triste”.
Interpretó primero composiciones de Tom Jobim, Victor Manuel y otros compositores foráneos; para más tarde interpretar clásicos de su autoría, como “Días de Gloria”, “De que callada manera”, “Identidad”, “El breve espacio en que no estás”, “Años”, y la mítica “Yolanda”. Durante las casi dos horas que duró el espectáculo interpretó más de 28 canciones.
Según palabras de la propia Lynn Milanés, “Es la primera vez en más de 25 años, que mi padre ensaya, con tiempo para presentar un recital completo, en unión de una banda de jóvenes, en lugar de su grupo habitual. Esta oportunidad es muy especial para mí”.
Ciertamente fueron momentos únicos para todos los presentes que corearon cada canción y aplaudieron de pie, en varias oportunidades.
Lynn Milanés finalizó ambos programas, entre baladas y boleros, con interpretaciones de sus últimos discos, y agradeció igualmente al público. Al finalizar los conciertos se notaba la emoción en las caras de los asistentes; algo muy diferente a las ya acostumbradas presentaciones de artistas nacionales; donde abundan generalmente las manifestaciones de extrema marginalidad, o politiquería.
Aunque los conciertos no fueron publicitados en los medios oficialistas, algo que en el caso de las presentaciones de Pablo ya se ha vuelto habitual, la sala se repletó con público de todas las edades. Pablo puso como condición para ofrecer los conciertos “que dejaran pasar al público, aunque no tuviesen entradas”.