MIAMI, Florida, 26 de julio de 2013, Redacción, www.cubanet.org.- En la explanada frente al Cuartel Moncada que, el 26 de Julio, de 1953, Fidel Castro tiñó de sangre, frente a diez mil santiagueros, escogidos por su fidelidad al régimen, se celebró el acto transmitido por Cubavisión, Radio Rebelde y Radio Habana Cuba.
Los mandatarios presentes en la tribuna fueron: el venezolano Nicolás Maduro, el uruguayo José Mujica, el nicaragüense Daniel Ortega, el boliviano Evo Morales; los primeros ministros de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves; de la Mancomunidad de Dominica, Roosevelt Skerrit; de Antigua y Barbuda, Winston Baldwin Spencer; y de Santa Lucía, Kenneth Davis Anthony. El presidente Rafael Correa es representado por su canciller Ricardo Patiño.
Maduro fue el primer orador: “El asalto al cuartel Moncada fue la respuesta histórica en el siglo XX de una juventud que se atrevió a señalar el camino y tener la capacidad para recoger los sueños del Apóstol y también las esperanzas de varias generaciones de hombres y mujeres… Han pasado 60 años, pero apenas el Moncada empieza”, afirmó Maduro.
Utilizando grandiocuentes frases de alabanza, el presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo desde la tribuna: “La Revolución cubana es la madre de las revoluciones antiimperialistas de América y el mundo y Fidel ha sido el gran padre”.
Con palabras más llanas, el presidente de la República de Uruguay, José Mujica, dijo “la Revolución cubana ha sido fundamentalmente en la de la dignidad y la autoestima latinoamericana.”
José Mujica había recibido una carta del opositor cubano, Manuel Cuesta Morúa, solicitándole una reunión, pero no dio respuesta a la carta.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo en el acto: “Cuba es una estrella solidaria irradiando su inmensa fuerza moral en toda América Latina”: Parecería una burla, cuando recientemente, el mismo Raúl Castro denunció, ante las cámaras de la televisión cubana, la amoralidad, la corrupción, la falta de educación de los cubanos, y la policía cubana ha iniciado una campaña operativa contra la extendida prostitución, las jineteras y los pingueros que rodean las intalaciones turísticas.
Durante los actos en celebración por el 26 de julio, el régimen cubano intensificó la represión. Numerosos opositores han sido detenidos en todas las provincias.