CIENFUEGOS, Cuba.- Hasta hace unos años en Cienfuegos se podía comprar un pan con pescado frito —la famosa minuta— al precio de cinco pesos corrientes, unos 25 centavos de dólar. Teniendo en cuenta los altos precios de los alimentos en Cuba, y su carencia, la oferta no era nada despreciable.
Pero hasta las minutas han desaparecido de la gastronomía popular de la Perla del Sur y en ello incide la contaminación de la bahía.
Desde hace decenios la bahía de Jagua sufre los embates de un “desarrollo” industrial que no tuvo en cuenta la protección del medio ambiente.
A pesar de algunos esfuerzos por mejorar la situación no se avizoran signos esperanzadores, lo cual no es sólo una apreciación general, sino algo que ha denunciado recientemente, incluso, la prensa oficialista.
“¿Tú quieres buscarme problemas?”
Trabajaba con la flota camaronera. Con más de 40 años de experiencia marinera y 78 años de edad su historia es la misma de otros pescadores cienfuegueros. Aceptó ofrecerme su testimonio sin revelar su identidad, así que lo llamaré Manolo.
“Luego del período especial la flota comenzó a tener problemas con el mantenimiento de los barcos y el tiempo de trabajo se redujo. Un día el barco donde trabajaba se rompió y quedé ‘excedente’. Como solución me ofrecieron un trabajo en la agricultura, así que me jubilé. Imagínate cómo me sentí si lo que he hecho toda mi vida ha sido trabajar en el mar. Comencé a pescar en un bote dentro de la bahía, pero entre la escasez de peces y las multas de la policía opté por ir a pescar cerca del hotel Pasacaballo y así voy tirando. Aquí ya no hay peces”, dijo señalando los alrededores del Muelle Real.
Manolo vive con el temor de los cubanos que violan la ley para sobrevivir, porque en Cuba, hasta para pescar, hay que tener autorización del gobierno. Y aun así quien la obtenga no está autorizado a comercializar la pesca. Así que cuando le pedí una foto me respondió, algo molesto: “¿Tú quieres buscarme problemas?”.
¿Podrá recuperarse la bahía de Cienfuegos?
Según la prensa oficialista las acciones emprendidas por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y otras entidades han permitido la lenta recuperación de la bahía. Sin embargo este reportero comprobó la inexistencia de peces en la cercanía del Muelle Real, donde sólo había pequeños grupos de agujones, que únicamente sirven para alimentar a las aves marinas.
Eso se debe a la falta de oxígeno y al aumento de CO2 en la bahía, lo que provoca la acidez de las aguas.
El pasado 25 de noviembre el periódico “5 de Septiembre”, órgano oficial del comité provincial del partido comunista, publicó una información de Ismary Barcia Leyva titulada “Científicos de EE.UU. y Cienfuegos estudiarán microalgas tóxicas”, en la que se informa que la bahía ha sufrido la presencia de diversas especies de estas plantas en los años 2005, 2009 y 2015. En el verano del 2015 se prohibió nadar en la bahía, cuando cientos de bañistas sufrieron lesiones dermatológicas.
Con el objetivo de iniciar un monitoreo científico sobre las microalgas, se realizó recientemente el primer taller de intercambio académico entre investigadores del Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos y de varias instituciones científicas norteñas, encabezadas por el Sr. Donald Anderson, Investigador Titular del Instituto Oceanográfico de Woods, quien estuvo acompañado por especialistas del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de la Costa del Golfo de la Florida, el Departamento de Ciencias Marinas de la Universidad del Sur de Alabama y del Centro de Estudios Marinos y Medioambiente de Islas Vírgenes.
Sin embargo, es contradictorio que el mismo día ese periódico informe sobre tan loable esfuerzo y en su página 4 haya publicado un reportaje titulado “Del N-O a la contaminación de la bahía”, en el que se advierte la inexistencia de voluntad política para resolver la situación.
Según declaró Danary del Toro, especialista del CITMA, se han identificado cerca de 190 fuentes contaminantes que incluyen a los residuales no tratados convenientemente y vertidos directamente al mar. Por su parte, Fermín Arnaldo Montalvo Colarte, especialista de la Empresa de Acueductos y Alcantarillado, informó sobre la indisciplina existente dentro de esa entidad porque algunos jefes de cuadrillas incorporan sistemas de aguas residuales al drenaje pluvial urbano y citó como ejemplo la zanja de la calle Dorticós, en el centro de la ciudad. También declaró que en la zona de Punta Gorda, de singular importancia turística, el sistema de tratamiento de residuales es insuficiente y data de los años cincuenta del pasado siglo.
Lo sorprendente es que a pesar de la magnitud de este problema, que se agravará si no es atendido con seriedad, según cifras oficiales este año sólo fueron aprobados tres millones de pesos para inversiones, el más bajo de todo el país e insuficiente para acometer las obras que se necesitan para el tratamiento de las aguas residuales del sector doméstico e industrial y el mantenimiento de las redes. Increíblemente no se aprobó ninguna cantidad de dinero para el 2017.
Como bien afirman los autores del reportaje, mientras tanto la legalidad se hará de la vista gorda hasta que el dinero le restituya su valor o el medio ambiente nos cobre la factura. Dicho en otra frase más corta: Seguiremos sin minutas.