GUANTÁNAMO, Cuba. -Hoy, 20 de mayo del 2014, se cumplen 115 años del nacimiento, en Nueva York, de Lydia Cabrera, hija del intelectual Raimundo Cabrera. Discípula de Don Fernando Ortiz, Lydia fue una figura cimera de la cultura cubana, a la que hizo aportes trascedentes con sus obras e investigaciones relacionadas con la presencia africana en Cuba.
Guillermo Cabrera Infante contó en su magnífico libro Vidas para leerlas cómo, gracias a una nana negra, Lydia se sintió atraída desde niña por el maravilloso folclor africano y por las leyendas e historias que de forma oral trasmitían de generación en generación los negros descendientes de esclavos.
Con sólo catorce años comenzó a escribir la crónica social de la revista Cuba y América, bajo el seudónimo de Nena. Luego residió en París, donde publicó sus Cuentos negros de Cuba, traducidos al francés por Francis de Miomandre. De regreso a Cuba, se fue alejando de la creación literaria para dedicarse enteramente a la investigación de la cultura afrocubana, desde sus aspectos lingüístico y antropológico.
Publicó sus investigaciones en numerosas revistas cubanas y extranjeras. Además del libro antes mencionado, en su bibliografía activa están Por qué…cuentos negros de Cuba, La Habana, 1948; El monte, 1954, (Notas sobre las religiones, la magia, las supersticiones y el folclor de los negros criollos y del pueblo de Cuba); y La sociedad secreta abakuá narrada por viejos adeptos, La Habana, 1959, obra ésta que marcó un hito dentro del campo de las investigaciones socioculturales de la época al convertirse en el primer estudio profundo sobre el tema, el cual luego sería desarrollado por el también investigador Enrique Sosa.
La reedición de El Monte, en la década de los años noventa del pasado siglo, fue todo un acontecimiento cultural y literario en Cuba y a pesar del precio exorbitante del libro -cien pesos- muy pronto quedó agotado. No ha vuelto a reeditarse, como tampoco las obras anteriormente mencionadas, de ahí que su nombre y la magnitud de su obra sólo resulten conocidos en ambientes intelectuales muy específicos.
Junto con Rómulo Lachatañeré, Ramón Guirao y Gerardo del Valle, Lydia conformó la avanzada de los creadores más representativos de los cuentos de temática negra en Cuba. Lydia, quien falleció en el exilio en el año 1992, a la edad de 93 años, es hoy, junto con una lista enorme de intelectuales, una figura prácticamente olvidada a pesar de lo mucho que a ella le debe nuestra cultura.