MADRID, España.- El 5 de agosto de 1884 se colocó la primera piedra del pedestal de la Estatua de la Libertad, icónico monumento de la ciudad de Nueva York y uno de los más famosos del mundo. Según la historiografía, ese día los albañiles echaron en el mortero monedas que tenían en los bolsillos y quienes asistieron a la ceremonia colaron tarjetas, medallas y otros objetos en un pequeño cofre de bronce que se colocó en el zócalo.
La base se construyó entre 1883 y 1886, compuesta mayoritariamente por piedra de Kersanton.
La Estatua de la Libertad, situada al sur de la isla de Manhattan, junto a la desembocadura del río Hudson, fue un regalo de Francia a Estados Unidos en 1886 con motivo del centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos; por eso en la tablilla que lleva en su mano izquierda está escrita la fecha de la independencia de Estados Unidos, el 4 de julio de 1776.
El 28 de octubre de ese año quedó inaugurada la estatua, en presencia del entonces presidente de los Estados Unidos, Grover Cleveland.
La idea del regalo fue del político francés Édouard de Laboulaye. Con diseño del escultor galo Frédéric-Auguste Bartholdi y la estructura interna diseñada por el ingeniero Alexandre Gustave Eiffel, la Estatua de la Libertad mide más de diez metros.
La estatua, símbolo de la libertad, la justicia y la democracia, fue declarada monumento nacional de los Estados Unidos el 15 de octubre de 1924.
La emblemática construcción, que durante un tiempo funcionó como faro, ha aparecido como referencia en numerosas películas, entre ellas Sabotaje (1942), El planeta de los simios (1968), Cazafantasmas II (1989), Batman Forever (1995) y X – Men (2000).