LA HABANA, Cuba. – “El número de focos de mosquitos Aedes aegypti en Puerto Padre va en aumento, no se detiene, se abren nuevos focos y aumentan los casos positivos (de dengue). Se producen en áreas aisladas, pero el vector se está diseminando”, dijo una fuente especializada.
Según autoridades de higiene y epidemiología, para “evitar complicaciones”, están procediendo con la hospitalización de los sospechosos de ser portadores de dengue, en tanto la persona infectada transmite la enfermedad al mosquito Aedes aegypti y este, a través de la picadura, infecta a otro individuo.
Refiriéndose autoridades sanitarias de nivel inferior a una “situación epidemiológica”, a los pacientes de cualquier dolencia o virus, encontrándolos sospechosos de ser portadores de dengue, recluidos a como dé lugar, se les consiga cuales “febriles”.
En nuestro barrio una mujer fue encontrada portadora del virus, y, desde entonces y hasta ayer que en esta zona concluyó la pesquisa, cada mañana alguien vino a comprobar si nuestra temperatura estaba bien o había ascendido a 38 grados.
Padres que por estos días debieron recluir a sus hijos en el hospital pediátrico de Puerto Padre coincidieron en que en aquella instalación encontraron “hacinamiento”; relatando uno de ellos que, pese a los acostumbrados buenos procederes del personal médico y paramédico en ese centro, pretendieron hospitalizar a su chico en un pasillo, por permanecer ocupado todo el espacio de las salas.
Algo parecido ocurre en el hospital municipal, donde han habilitado la Sala D-4 en la cuarta planta para los adultos “febriles”; según coincidieron dos personas, esta semana hubo hasta “60” ingresados. “Cuando salí, dejé 50 allí”, me dijo alguien esta mañana.
Pero no es suficiente, “ayer pensábamos que las cosas iban a mejorar y se produjeron otros diez casos”, me dijo alguien, refiriendo que en la escuela politécnica del vecino poblado del otrora central Delicias, se habilitarían locales para los “febriles”.
“Desde enero hasta el día de ayer se registraron 55 focos de mosquitos Aedes aegypti aquí. Una cifra muy superior a la de todo 2014”, dijo a medios gubernamentales Reny González Abreu, director de lucha anti vectorial en Puerto Padre.
Pero en su edición del pasado 31 de mayo, el semanario 26 reportó que, “en Puerto Padre hay hasta la fecha 559 focos de Aedes aegypti, 110 más que en etapa similar del año anterior”.
Luego… si de enero a noviembre de 2015 se detectaron 55 focos; 449, de enero a mayo de 2018 y, 559, en lo que ya transcurre de 2019, habría que decir que, lo conceptuado por los epidemiólogos como “factor de riesgo”, esto es, “toda circunstancia o situación que aumenta las probabilidades de una persona de contraer una enfermedad”, una epidemia de dengue incubándose en Puerto Padre es un peligro real.
“La provincia tiene un alto nivel de infestación por esta especie (Aedes Aegypti). Los niveles de infestación están por encima de los estándares permisibles para tener un nivel de seguridad de no enfermar”, dijo el director provincial de Salud en Las Tunas, Dr. Luis Manuel Pérez Concepción en una transmisión especial, difundida en cadena de radio y televisión en febrero de 2016.
Según dijo el Dr. Pérez Concepción en aquella oportunidad, “el hecho no significa que hay que crear una situación de alarma y que guiados por informaciones que no son las que emite el sistema nacional de Salud Pública a través de sus canales y del Estado cubano, pueda haber un nivel de confusión”.
Ahora, tres años después, un equipo de trabajo de la dirección provincial de Salud a las órdenes del Dr. Pérez Concepción, a tiempo completo en Puerto Padre asesora y examina esto que no se cómo llamar, al no haberlo calificado los especialistas, o calificándolo con el eufemismo de, “situación epidemiológica”.
Esta mañana, mientras veíamos salir del hospital pediátrico una retahíla de niños dados de alta médica y acudir otros en brazos o de la mano de sus padres, la persona que estaba a mi lado me dijo: “Con este asunto del dengue no hay definición, ¿qué es lo que está pasando aquí?”
Para que cese este “nivel de confusión”, a decir del Dr. Pérez Concepción, y antes de eclosionar la epidemia de dengue que puede estar incubándose en Puerto Padre -aquí tenemos los mosquitos transmisores y las personas enfermas que a través de los mosquitos pueden contagiar a otras-, a la sazón, pues, pregunto:
¿Qué calamidad tenemos ya en este municipio o se nos avecina volando? ¿Crisis sanitaria, brote epidémico, epidemia…? ¿Cuándo podremos comprar en los comercios, a precios asequibles y no de usura, insecticidas y fumigadores domésticos como hacían nuestros mayores para librarse de las plagas?
Según dijo en febrero de 2016 el Dr. Pérez Concepción, director provincial de Salud en Las Tunas, no debía crearse “una situación de alarma por informaciones que no son las que emite el sistema nacional de Salud Pública a través de sus canales y del Estado”.
Pues bien, entonces no callen. No llamen a hechos concretos “situaciones”.
Ustedes tienen la palabra… mientras en Puerto Padre prosiga sin llover. Llegada las lluvias se multiplicarán los mosquitos y una epidemia de dengue puede hablar por todos los que hoy callan.