LA HABANA, Cuba, 18 de julio (Ana Aguililla, Cambio Debate/ 173.203.82.38) -“Lo siento, no tenemos fondos para ingresar a más enfermos de SIDA aquí”, dijo el pasado día 13 un médico de guardia en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK), cuando Ramiro Morales Castro, de 32 años y portador del virus de inmunodeficiencia, llegó al lugar desfallecido, casi sin fuerzas para caminar ni hablar.
Ramiro Morales, padre, que llevó su hijo hasta allí, dijo haberse asombrado ante el mal estado y la obvia falta de mantenimiento de la instalación, de reconocido prestigio por los servicios médicos e investigativos que supuestamente brinda. También explicó que basándose sólo en un análisis de su hemoglobina, el médico dijo que Morales Castro no presentaba peligro de muerte y podía continuar el tratamiento en su casa.