LA HABANA,Cuba, 23 de noviembre de 2012 (Por Roberto de Jesús Guerra Pérez/ Hablemos Press).- El prisionero político cubano Alexander Roberto Fernández Rico fue trasladado a una celda de castigo por informar las condiciones en que las autoridades mantienen al periodista independiente Calixto Ramón Martínez Arias, quien se declaró en huelga de hambre desde el 10 de noviembre en la cárcel Combinado del Este.
“Luego de que hiciera declaraciones sobre la situación de Calixto Ramón, Alexander fue atacado y golpeado por un carcelero, con grados de mayor, que le echó gas pimienta en el cuerpo y lo trasladó de inmediato a una celda de castigo del Área 47, antiguo corredor de la muerte”, dijo el prisionero político Ramón Alejandro Muñoz, en una conversación por teléfono.
Fernández Rico, quien quedó ciego y parapléjico producto de una huelga de hambre que realizó en abril, informó: “Al periodista independiente Calixto Ramón Martínez Arias desde el día 20 lo mantienen desnudo en una celda de castigo del área 47, conocida como el corredor de la muerte, donde sólo recibe como suministro diario un litro de agua.
Las autoridades, “han desatado una ola de represión contra los prisioneros políticos, recluidos aquí en el Combinado del Este, por informar sobre la situación de Calixto Ramón; incluso, están amenazando a los reos comunes de que si permiten que los políticos hablemos por teléfono, y no lo denuncian van a ser llevados a celdas de castigo”, comentó Muñoz.
Muñoz es esposo de la Dama de Blanco Sonia Garro, ambos detenidos desde el 18 de marzo y acusados de intento de asesinato, luego de que tropas élites entraran en su casa en medio de un acto de repudio y los arrestaran por la fuerza.
“Esta es una situación que debemos denunciar a nivel internacional, nos mandan a celdas de castigo por opinar. Organismos que defienden los derechos humanos en el mundo deben tener conocimiento, para que tomen medidas, pues es desastroso lo que estamos viviendo aquí”, dijo Muñoz.
La detención de Calixto Ramón se produjo el 16 de septiembre, a raíz de una investigación que estaba realizando en el Aeropuerto Internacional José Martí, vinculada con el deterioro -por abandono- de varias toneladas de medicamentos y equipos médicos enviados a Cuba por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como parte de su programa de ayuda humanitaria.
El 10 de noviembre, Calixto Ramón fue trasladado del centro penitenciario Valle Grande a la prisión Combinado del Este; al llegar allí, las autoridades carcelarias lo despojaron de todas sus pertenencias e intentaron vestirlo con el uniforme común de todos los reclusos, orden que el periodista se negó a cumplir, según contó en una llamada telefónica.
En la opinión de varios disidentes, es una venganza de las autoridades, porque Calixto Ramón fue uno de los primeros periodistas en reportar sobre el brote de cólera en el oriente de Cuba, y sobre varios fallecidos como consecuencia de esa enfermedad y la incapacidad del sistema de salud gubernamental.