LA HABANA, Cuba, 24 de mayo (Pablo Méndez, 173.203.82.38) -Más de 25 locomotoras de vapor que prestaban servicio en los centrales azucareros de otras provincias, están almacenadas a la intemperie en un terreno de la calle Dragones, entre Industria y Amistad, en el municipio Centro Habana.
El jueves 19 de mayo, un grupo de trabajadores, auxiliados por una grúa y un cabrestante, ensamblaron un tramo de línea y, tras una peligrosa maniobra, bajaron una locomotora desde un camión articulado.
A la pregunta de— ¿Cuál es el propósito, de este trasiego?— testigos presenciales dijeron creer que la Oficina del Historiador de la ciudad pretende restaurar las locomotoras y fundar un museo ferroviario; además, algunos aseguran que pronto se inaugurará un tramo de vía para ofrecer excursiones a los turistas con trenes halados por estas viejas máquinas de vapor.
En la actualidad 6 locomotoras restauradas se exhiben en el parque de Arsenal, al frente de la terminal de ferrocarriles de La Habana, otras 3 ya están montadas sobre rieles, cerca de la antigua Naviera “Warm Line”, localizada en la Avenida del Puerto, y también en las proximidades de un almacén donde se venden artesanías nacionales y suvenires a los turistas.
Cuba fue el sexto país del mundo en instalar el camino de hierro, incluso, antes que su metrópoli España, y debido a la geografía alargada de nuestra isla, el transporte ferroviario es considerado como la segunda alternativa más económica de traslado de carga, después del cabotaje.
Estas locomotoras que reposan hoy como antigüedades se mantuvieron activas hasta la década de los 90, época en que se intensifico el colapso de la industria azucarera cubana. Dichas máquinas, de tecnología inglesa y norteamericana, se movían quemando carbón de piedra, bagazo de caña, o leña.