LA HABANA, Cuba.- Marlem Carpio, vecina de calle 29 entre A y B, Vedado, denuncia el fallecimiento de su esposo, Roberto Quintana Fornaris, el día 21 de febrero, a las 7 de la noche, debido a negligencia del personal médico del hospital “Manuel Fajardo”, del municipio habanero Plaza.
-Roberto presentó un fuerte dolor en el pecho y en la espalda, corrieron con él para el Cuerpo de Guardia del “Fajardo” sobre la 5 de la tarde y lo atendieron dos estudiantes, que no supieron proceder con su caso- dice Carpio.
– Le pusieron un suero con medicamentos para estabilizarle la presión, pero continuó empeorando, mientras el dolor se agudizaba. Los familiares exigimos que le hicieran un electrocardiograma, pero cuando accedieron a hacerlo, no estaba el técnico para realizarlo. Al rato apareció y luego de hacer el electro, no quiso, o no supo leer los resultados-, explica la viuda y ofrece más detalles del triste suceso:
-Tuvimos que esperar a que apareciera un médico, que resultó ser extranjero. Descubrió que el paciente estaba infartado y en estado grave y no quiso responsabilizarse con la situación. Dijo que era un problema de los estudiantes. Entonces lo llevaron en una camilla para la sala de Observación, pero ya Roberto estaba muy mal-, explica con impotencia.
-Cuando al fin apareció un médico, que era cubano, criticó el diagnóstico y ordenó que debía ser trasladado con urgencia para Terapia Intensiva. Demasiado tarde.
-Quiero denunciar esta negligencia médica ocurrida en el hospital “Fajardo”, porque aunque no me pueden devolver a mi esposo, no quisiera que volviera a ocurrirle a nadie más- dijo finalmente Marlem Carpio.
Roberto Quintana Fornaris, conocido popularmente como “Pichilingo”, era un personaje muy querido en La Habana. Sacerdote de la religión Ifá y miembro de la sociedad secreta Abakuá. La funeraria “Zapata” estuvo repleta la noche del 21 y la mañana del 22, como no se había visto en mucho tiempo, con ahijados y hermanos de religión, que lloraron por igual junto a familiares y vecinos la lamentable pérdida.