LA HABANA, Cuba, 14 de junio (Martha Beatriz Roque Cabello, 173.203.82.38) – Se puede considerar una situación de miedo de la policía política el operativo que realiza, miércoles tras miércoles en la sede de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios para impedir la realización del taller de superación educacional que aquí se brinda.
Ningún cuerpo armado que se respete, invierte tanta técnica, medios de transporte, personal, etc. en semejante maniobra, que dura unas ocho horas todas las semanas, con el resultado de varios comunicadores comunitarios detenidos cada vez y con el objetivo de que estos disidentes no reciban clases de idioma español, gramática y ortografía.
En ocasiones son trasladados hacia sus casas; en otras dejados lejos de la ciudad, sin dinero y sin transporte. La mayoría de las veces son conducidos a unidades de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y después de varias horas puestos en libertad. A algunos de ellos los detienen dos veces, pues cuando son liberados regresan a la sede, y si el operativo (entiéndase payasada) no ha terminado, los vuelven a arrestar.
Para esto utilizan tres o cuatro autos de la PNR, en ocasiones también un microbús, y dirigiendo el operativo autos de oficiales de alta graduación de la Seguridad del Estado. En particular el que acosa a la Red es uno que dice ser teniente coronel de nombre “Víctor Bordón”, igual que el Comandante de la Sierra Maestra.
Mientras intentaban llegar al taller, el miércoles 13 de junio, fueron detenidos en los alrededores de la sede, en el barrio habanero de Santos Suárez, del municipio 10 de Octubre: Arnaldo Ramos Lauzurique (de los 75) en dos ocasiones (la primera lo trasladaron hacia su casa y la segunda lo condujeron a la Unidad de Infanta en el Cerro); Yasmani Nicles Abad, trasladado a la 4ta Unidad de la PNR y de allí en auto patrulla hasta la distante Melena del Sur, con el fin de impedir que asista al taller los miércoles; Yadira Rodríguez Bombino, transportada hasta la 6ta. Unidad de la PNR; Leidy Coca Quesada, detenida dos veces (devuelta a su casa y cuando trató nuevamente de llegar, la llevaron a la unidad de la PNR del Wajay); Inés Antonia Quesada Lemus, transferida en una patrulla hasta cerca de su casa; Ivis María Rodríguez González, Fermín Zamora Vázquez y Yainé Pintado Aldaya, llevados a la unidad de la PNR de Guanabacoa, mientras que a Miladys Carnel González la dejaron en la Unidad de Aguilera.
El espectáculo semanal, que en el barrio se ha dado por llamar “La peña de los miércoles de Martha”, cuenta con la presencia de unos 40 efectivos, entre oficiales y personas que traen para apoyarlos , la mayoría mujeres) , aunque ya desistieron de traer a los ancianos de la zona. En esta ocasión “la función” se repite por cuarta semana, desde el 16 de mayo; pero en el mes de febrero se dedicaron al mismo pasatiempo seis semanas consecutivas.
Al contrario de lo que puedan pensar los testaferros del Gobierno, los comunicadores comunitarios se sienten honrados con la atención que les dispensa la policía política, ya que consideran que el trabajo que hacen con la sociedad civil molesta al régimen y es por ello que se trata de impedir cualquier contacto colectivo que permita trasladar experiencias o llegar a formar con más rigor el trabajo que estas personas -en la mayoría jóvenes- realizan.
Los comunicadores comunitarios tienen la certeza que no cederán ante los esfuerzos de la policía política de destruir la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios y se entregarán por completo a la tarea de servir de voz a sus comunidades y en un futuro poderles transmitir la realidad de lo que sucede en el país.