SANTA CLARA, Cuba, 18 de septiembre de 2013, Guillermo Del Sol Pérez/ www.cubanet.org.- José Lino Asensio López, de 50 años de edad ,y Hanói Almeida Pérez, de 34, cubanos de a pie, decidieron enfrentar el sistema totalitario declarándose públicamente activistas de Derechos Humanos. El pasado 6 de septiembre, se dirigían al poblado de Camajuani cuando fueron interceptados por la Policía Política, en el Km 1 de la vía que lleva a esta localidad.
No fueron trasladados a una unidad policial, ni devueltos a sus casas. Fueron colocados en La Autopista Nacional en un lugar intrincado, muy cerca del lugar donde ¨casualmente¨ venía circulando en su auto el jefe nacional de Cárceles y Prisiones..
Los opositores estaban gritando consignas contestatarias tales como: ¡Abajo Fidel y Raúl!, en medio de la autovía. Horas más tarde, estaban recluidos en la Unidad Provincial de Procesamiento Penal, acusados por desorden público, y a continuación comenzó la campaña difamadora de la policía política.
Tratando de dividir las opiniones opositoras, los agentes informan de palos y piedras colocados sobre el pavimento por Lino y Hanói para obstruir la circulación vehicular. Esta estrategia trajo consigo un número indeterminado de arrestos en las filas opositoras, debido a las acciones cívicas realizadas en solidaridad con los prisioneros.
Es así que Balseros por la Dignidad, Cuba Independiente y Democrática (el CID), la Unión Patriótica de Cuba (UMPACU-LV), Movimiento Reflexión y otras organizaciones participan en el reclamo. Las detenciones progresivas, junto al aumento de la violencia policial, auguran el comienzo de una oleada represiva en el centro del país contra la oposición pacífica.
Mientras, José Lino Asensio y Hanói Almeida, trasladados ya a la prisión provincial de Santa Clara, enfrentan cargos por el delito de desorden público, a la espera de condenas que pueden oscilar de tres meces a un año de privación de libertad. El gobierno parece satisfecho de pagar el costo político al condenar estos hombres tan solo por gritar ¡Abajo Fidel!