LA HABANA, Cuba, 17 de febrero de 2013, Pablo Pascual Méndez, 173.203.82.38.- El joven de 24 años Reinel Biset Morales responsabiliza al régimen cubano por la suerte de su madre, la Dama de Blanco Rosario Morales de la Rosa (Charito,) encerrada en la unidad de Aguilera, en la calle Acosta, en el municipio capitalino de 10 de Octubre, desde el pasado 14 de febrero. Allí permanece incomunicada y en ayuno voluntario.
Reinel narró a este reportero -acorde al testimonio de su madre- que el pasado día 13, aniversario del natalicio de Laura Pollán, fundadora de las Damas de Blanco, Charito intentó tres veces trasladarse a la sede de su institución en la calle Neptuno del municipio Centro Habana y fue interceptada por agentes de la policía política; éstos la introdujeron consecutivamente por la fuerza en carros patrulleros y la abandonaron en sitios distantes de la periferia capitalina (rotonda de Cojimar y afueras del reparto Alamar).
Rosario insistió en regresar en un taxi y en la tercera ocasión fue metida a la fuerza en otro carro patrulla. Seguidamente, un oficial ordenó su custodia a tres agentes -dos hombres y una mujer-, éstos la llevaron a Campo Florido, un poblado rural a 30 Kms al este de La Habana, donde le propinaron una golpiza y su rodilla sacó la peor parte.
Durante la golpiza, un oficial manipuló su pistola Makarov para apuntarle a la cabeza. Igualmente fue abandonada a su suerte en aquel sitio.
Como respuesta, al día siguiente, Charito, junto a otra Dama de Blanco llamada Melkis Faure Echevarría, protagonizó un cacerolazo en el Parque Central, del municipio Habana Vieja (golpearon cazuelas y exclamaron frases antigubernamentales durante 15 minutos). Inmediatamente fueron apresadas y conducidas a la unidad policial de Dragones.
Horas más tarde, Melkis fue liberada, según alegó la policía, por razones humanitarias. Ella es madre de cinco menores. Entretanto, Charito fue traslada a la unidad de Aguilera.
En tres ocasiones, Reinel acudió a esta estación, para llevarle ropa, agua y medicamentos (Charito es hipertensa severa), y las autoridades mantuvieron su negativa a entregar las provisiones; incluso, violaron su derecho como familiar a ver a su madre e indagar por su estado de salud.
Sólo un teniente coronel de la policía (PNR) identificado con la chapilla Nº 101701, dijo que Rosario fue acusada de provocar un desorden público, así que el caso estaba en manos de la Seguridad del Estado.
Reinel afirma que Charito le indicó que permanecerá en huelga de hambre ante tales circunstancias y sólo beberá agua.
Asimismo, responsabiliza al régimen por la suerte de su madre.
“A ella le negaron su derecho de reunión y asociación; a mí tampoco me permiten verla, ni saber sobre su estado de salud”, expresó finalmente.