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ARTEMISA, Cuba. – A pesar de que José Leonardo Mieres Quintana posee un documento oficial en que se dicta que quienes residen en la vivienda de su fallecida madre deben abandonarla para que él la ocupe por derecho, espera desde 1995 la ejecución del dictamen. Por esto pernocta donde le agarra la noche, según declaró ante las cámaras de Cubanet.
La madre de Mieres, propietaria de la vivienda, murió mientras él cumplía una condena a prisión. La casa fue objeto de una venta ilegal por parte de los dos hermanos del reo después del fallecimiento materno.
Al extinguir su condena, Leonardo se vio en la calle e inició un proceso que derivó en un dictamen de la dirección municipal de vivienda de Mariel, estableciendo que en los 30 días siguientes a su promulgación, la casa debía ser abandonada por sus ocupantes ilegales o en su defecto, serían desalojados por fuerzas policiales y directivos de la vivienda, cosa que hasta hoy no ha ocurrido.
Confiesa que no dio el paso de dar a conocer su situación a Cubanet con el afán de desprestigiar a nadie ni a nada, sino porque los múltiples reclamos durante todo ese tiempo ante dirigentes e instituciones oficiales han resultado infructuosos a pesar de que siempre se le ha reconocido que la ley lo ampara.
Considera que cumplió su deuda con la sociedad al extinguir su condena a prisión en 1996 y desde entonces ha estado incorporado al Comité de Defensa de la Revolución y labora como trabajador por cuenta propia como vendedor ambulante de dulces, cumpliendo estrictamente el pago de su licencia y otras demandas de dicha función, por lo que no entiende qué es lo que impide que se cumpla lo establecido por la ley en su caso.
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