LA HABANA, Cuba – Todo parece indicar que tendremos Salón de la Fama y Museo del beisbol cubano, Y ya se enciende la polémica.
Se establece un intenso debate sobre ¿dónde debe estar el Salòn de la Fama?
Unos defienden que debe estar en el estadio Palmar de Junco de la ciudad de Matanzas, el parque de pelota más antiguo del mundo, escenario, de aquel encuentro del 27 diciembre de 1874, ganado por los Caballeros de La Habana al equipo Matanzas con marcador final 51 corridas (carreras) por 9.
La mayoría apuesta por el Coloso del Cerro, inaugurado el 26 de octubre de 1946, sede de varias temporadas de la Liga Profesional Cubana, con más de medio siglo de series nacionales amateurs, Copas Mundiales e Intercontinentales del beisbol amateur y varias de las primeras Series del Caribe de beisbol profesional.
Los hay que proponen compartir Salón de la Fama y Museo entre el Latinoamericano y Palmar de Junco.
Afortunadamente quedaron atrás los tiempos en que se impidió la entrada al terreno de juego a los ex jugadores profesionales que decidieron quedarse en Cuba y participar como directores y entrenadores en las Series nacionales, como si haber sido profesional fuera un crimen o una vergüenza.
Decir beísbol profesional ya no es impronunciable. Ya se habla –en voz baja– sobre los juegos de las Grandes Ligas. Y sobre la historia pasada del beisbol en Cuba. Ya no se borran de la historia y las estadísticas a los peloteros del “beisbol revolucionario” que han decidido jugar pelota profesional en el extranjero.
Cuba se reincorpora, tras medio siglo de ausencia, a la Serie del Caribe –torneo de equipos campeones de la región que Cuba fundó y estelarizó hace más de sesenta años– Solo queda una laguna en este destape de última hora: todavía no se reconoce a los cubanos que triunfan en el beisbol profesional fuera de la Isla.
Sería inadmisible que el Salón de la Fama del béisbol cubano, no se conceda el lugar a esas grandes estrellas que en décadas pasadas convirtieron a la Liga Profesional Cubana en la antesala por excelencia de las Ligas Mayores.
Resultaría lamentable que no encontraran lugar en este nuevo Salón de la fama los cubanos que, en el último medio siglo, han escrito páginas de gloria en Las Grandes Ligas. Incompleto quedaría el Salón de la Fama sin figuras de la dimensión de Tony Perez, Tony Oliva, Luis Tiant, José Canseco, Rafael Palmeiro, Livan y Orlando “el Duque” Hernández o José Ariel Contreras.
Y que los encargados de decidir quiénes serán los atletas en el Salón de la Fama, apliquen rigor en la selección para evitar paternalismo y corrupción que, con tanta frecuencia, se manifiestan en Cuba a la hora de otorgar reconocimientos oficiales.
Que este Salón de la Fama, se concrete sin condicionamientos o exclusiones politizadas, para que puedan salvaguardarse las glorias y hazañas de un deporte que es parte esencial de cada calle, de cada esquina, cada manigua, donde el cubano desde niño juega a la pelota.
Montesinos3788@gnail.com
Relacionados: Los 10 mejores jugadores cubanos en Las Grandes Ligas, Presencia cubana en las Grandes Ligas