GUANTÁNAMO, Cuba. -Desde el pasado 17 de diciembre de 2014, cuando se dio a conocer de forma simultánea por los presidentes de Cuba y los EUA que ambos gobiernos habían decidido reanudar sus relaciones diplomáticas, varios dirigentes norteamericanos han expuesto públicamente la necesidad de que Cuba realice cambios políticos, algo que ha sido un reclamo permanente de muchos cubanos dentro y fuera del país.
Aunque recientemente prometió modificar la Ley Electoral, el presidente Raúl Castro Ruz ha reiterado públicamente que Cuba no cederá un ápice en su soberanía ni en sus principios.
La prensa oficialista no publica nada acerca de los anhelos de cambio que salen a relucir en cualquier tertulia ocasional pero los ciudadanos sí discuten apasionadamente sobre este tema en círculos de confianza, o mirando hacia todas partes y susurrando cuando están en la calle.
¿Qué piensa el cubano común acerca de si Cuba necesita o no cambios políticos? ¿Satisface al pueblo el actual sistema de gobierno? ¿Dicho sistema puede garantizar el respeto a los derechos humanos según su opinión? Partiendo de estas interrogantes y adelantándose a la consulta prometida por el gobierno, CubaNet aplicó recientemente una encuesta a 111 guantanameros.
¿Ud. cree que Cuba necesita cambios políticos?
De los 111 guantanameros encuestados, 97 (87.38 %) respondieron que Cuba sí necesita cambios políticos y sólo 11 (9.90%) respondieron negativamente a dicha pregunta. Tres encuestados rehusaron contestarla.
Es significativo que todos los estudiantes encuestados (23), los trabajadores del sector privado (3), los trabajadores por cuenta propia (9) y todas las amas de casa (8) respondieron de forma afirmativa dicha pregunta.
En sentido general la cifra porcentual que respondió de igual forma esta pregunta sobrepasa el 70 % en el resto de los grupos ocupacionales. Así lo hicieron 27 de los 34 trabajadores estatales, cifra que representa el 79.41% de dicho grupo ocupacional; 3 de los cuatro desempleados, (75%), 11 de los quince jubilados (73.33%) y 13 de los quince que no declararon su ocupación (86.66%).
¿Ud. cree que el sistema de gobierno mediante las estructuras actuales satisface al pueblo cubano?
Esta pregunta fue respondida afirmativamente únicamente por 17 encuestados (15.31%), mientras que 92 (82.88%) la respondieron negativamente. Sólo dos encuestados no respondieron la pregunta.
Nuevamente resalta el hecho de que el 100% de los estudiantes respondió que el actual sistema de gobierno no satisface al pueblo y lo mismo ocurrió con los encuestados del sector privado y del grupo de trabajadores por cuenta propia.
Un total de 27 trabajadores estatales de los 34 encuestados, el 79.41% de ese grupo ocasional, respondieron negativamente a esta pregunta y de la misma forma respondieron 5 de las amas de casa (62.50%), dos desempleados (50%), 9 jubilados (60%) y 14 de los que no consignaron su ocupación (93.33%). Dos encuestados no respondieron la pregunta.
¿Ud. cree que manteniendo el actual sistema el gobierno cubano podrá respetar los derechos humanos?
A esta pregunta sólo 19 encuestados (17.11%) respondieron afirmativamente mientras que 86 (77.47%) respondieron de forma negativa. Seis encuestados no respondieron la pregunta.
Conclusiones inevitables
Esta encuesta demuestra hasta qué punto el discurso gubernamental es incongruente con lo que piensa el cubano de a pie y revela cuán necesaria resulta la consulta prometida por el gobierno y la importancia que tiene tomar en cuenta sus resultados si llegan a abordarse en ella temas que realmente interesan al pueblo como indudablemente son los anteriores.
Será también importante que el régimen militar cubano dé a conocer de forma transparente los resultados de dicha consulta y no los engavete como ocurrió cuando en el 2006 el hoy presidente orientó hacer una consulta similar y sólo se atendieron las opiniones que no se dirigían hacia aspectos políticos.
Si la frase dicha por Raúl Castro acerca de que el partido debe estar atento a la opinión del pueblo no es otra consigna más, éste es un buen momento para tomar el pulso a la opinión del soberano.
Si el gobierno no prepara otra mascarada para su autocomplacencia, con el objetivo de exportar una imagen de apoyo popular que hace muchos años perdió, sabrá que una consulta como esa no debe ponerla en manos de los mismos que siguen informando cifras de participación en las asambleas del poder popular y de sobrecumplimientos de planes agrícolas y de otro tipo que sólo existen en su imaginación.
No en balde acaba de crearse la figura del observador en las votaciones para elegir a los delegados del Poder Popular en cada circunscripción, aunque sólo creeré en los resultados de unas elecciones en Cuba, o en los de la mencionada consulta, cuando estos sean supervisados por organismos internacionales.
Quizás esa sea la única garantía para que tanto la máxima instancia del régimen militar como el resto de los cubanos conozcan limpiamente cómo piensa el pueblo, único y legítimo poseedor de nuestra soberanía como lo establece el artículo 3 de la Constitución de la República de Cuba.