GUANTÁNAMO, Cuba, junio, 173.203.82.38 -Durante los últimos dos años el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz se ha referido a la necesidad de que los dirigentes cambien su mentalidad. Ha llamado también a la transparencia en el uso de la información. Tal cambio, luego dede más de cincuenta años en los que se entronizó la práctica de que toda decisión partía de lo orientado desde arriba, junto con la creencia de que el pueblo debe admitir todo lo que se ordene sin cuestionamientos, ni siquiera se vislumbra aún en quienes nos dirigen, a pesar de haber transcurrido más de un año del último congreso del partido comunista. Al respecto quiero referirme a tres hechos que están ocurriendo en la ciudad de Guantánamo.
Uno es la distribución del café normado. Guantánamo está considerada la segunda productora del grano a nivel nacional y según la prensa oficial cubana la cosecha cafetalera correspondiente a la zafra 2011-2012 fue superior a la anterior y el plan estimado fue sobre cumplido. En su discurso del 18 de diciembre del 2010 ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros informó que a partir del año 2011 el país no podía continuar dándose el lujo de gastar 47 millones de dólares en la compra de café importado para garantizar la distribución de la cuota normada y que se había tomado la decisión de que ese café se vendería mezclado con un 50% de chícharo. Lo que ningún dirigente de la Empresa de Víveres de Guantánamo ha explicado es por qué antes, cuando una parte del café de la cuota era importado, siempre se vendía a tiempo, y ahora, desde hace varios meses, el café de producción nacional mezclado con chícharo es entregado en las bodegas con atrasos extraordinarios, al extremo de que ya se ha hecho común que se comience a vender después del día veinte de cada mes. En el caso de las bodegas del reparto Pastorita la cuota del mes de mayo comenzó a venderse a principios de este mes de junio.
Otra situación que está molestando sobremanera a los guantanameros es la inestabilidad del suministro de agua. A pesar de que el periódico “Granma”, en su edición correspondiente al sábado 12 de mayo, segunda página, aseguró que la región oriental cerró el mes de abril con un acumulado de lluvias del 162% , ya es común ver a los guantanameros acopiando el líquido en cubos, tanques o usando turbinas conectadas a las tuberías de las aceras para poder acceder al agua potable. Según un artículo del periodista Julio César Cuba Labaut, publicado el último viernes 8 de junio en el periódico “Venceremos”, la semana pasada se acordó incrementar la presión del bombeo, algo que era necesario hacer desde buen tiempo atrás, al extremo de que el propio periodista se pregunta dónde se encontraban los dirigentes de la empresa de Acueductos y Alcantarillado de Guantánamo que no se percataron de algo tan notorio.
Por último me referiré a la pavimentación de las calles 2 y 3 Oeste de la ciudad. Guantánamo es la quinta capital de provincia más poblada de Cuba pero más del 80% de sus calles presentan un estado calamitoso, así que la pavimentación de estas vías es algo loable, pero… Ocurre que esa zona de la ciudad carece de alcantarillado en algunos lugares y hay casas que no tienen conexión para evacuar sus aguas albañales, resultando un contrasentido que se gasten numerosos recursos humanos, materiales y financieros en la pavimentación de estas vías sin antes construir el sistema de alcantarillado donde no existe o sin emprender necesarias acciones de mejoramiento de las redes de suministro de agua. Al parecer quienes dirigen esta obra pública desconocen que los lineamientos aprobados en el VI Congreso de su partido proclaman que la eficiencia económica es un objetivo de primer orden. Por lo pronto ya los equipos se han encargado de romper varias tuberías y cuando pavimenten las calles algún que otro vecino, aprovechando la ausencia de inspectores, romperá la vía recién asfaltada para conectar su vivienda a la tubería maestra de suministro de agua, o lo hará para arreglar por su cuenta algún salidero provocado por el deterioro de las redes .Todo eso puede ocurrir porque los dirigentes que están a cargo de esta tarea no consideran que las acciones mencionadas deben emprenderse antes de pavimentar las vías.
Lo único seguro ante la falta de información, la tardanza en adoptar decisiones correctas y la chapucería es que siempre será el pueblo el que sufra las consecuencias.