BARACOA, Cuba, agosto, 173.203.82.38 -A las seis y media de la mañana el habanero se despertó y salió la terraza de la casa donde se alojaba en una habitación alquilada. Una pequeña mariposa revoloteaba por entre las enredaderas, haciendo dibujos en el aire, el sol inundaba la ciudad y mostraba el verde de la campiña en todo su esplendor. Deslumbrado ante tanta belleza, se sentó en una butaca para contemplar la selva que le comía los ojos. Como el habanero, muchas personas viajaron a Baracoa, en el extremo oriental de la isla, durante la segunda semana de agosto para participar de los festejos por el cumpleaños 500 de la de la Ciudad Primada, fundada el 15 de agosto de 1511.
La ciudad se levanta sobre una primera terraza marina, ubicada entre dos ríos, el Miel y el Camanigua; con calles largas y estrechas y una arquitectura marcada por elementos caribeños y norteamericanos del siglo XIX y la primera mitad del XX, y construcciones modernas, punteadas por edificios de viviendas construidas en la segunda mitad del siglo XX.
Los turistas extranjeros, por lo general atemporales, han llegado a la remota villa atraídos principalmente por la publicidad de encontrar un lugar de belleza natural, en estado virgen. La mayoría de ellos son jóvenes, hombres y mujeres, que vienen en son de campaña, mochila en hombro y con calzado de montaña.
Los turistas cubanos, llegan motivados más que todo por las festividades del aniversario de la ciudad, hay muchos de Holguín, Guantánamo y Santiago de Cuba. Otros, en menor cantidad, vienen de Camagüey, La Habana y otras provincias, con el ánimo de conocer la ciudad y la remota región, como aventureros. Por últimos, muchos baracoenses emigrados a otras provincias o países, han regresado a encontrarse con sus raíces nunca olvidadas, en el marco de las fiestas del 15 de agosto.
Una fecha polémica
Según el escritor Leonardo Padura, Baracoa es la tierra de las cinco mentiras: el rio Miel, no endulza, el Yunque de Baracoa no forja, La Farola no alumbra y La bella durmiente no es bella y no duerme. No sabemos que tiene el ilustre escritor contra la ciudad primada. Lo cierto es que la polémica, el mito y el misterio siempre han rodeado desde su fundación al hermoso rincón.
La última de esas porfías es su fecha de fundación. Hasta no hace un año, se consideraba que el adelantado Diego Velázquez había fundado Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa el 15 de agosto de 1512. Se tienen todos los datos y se mantienen todas las escrituras que señalan que fue en 1512 que se fundó la villa. Pero hace aproximadamente un año, una nueva hipótesis se impuso… Baracoa fue fundada en 1511, sin precisar fecha y se responsabiliza a la desaparecida historiadora marxista Hortensia Pichardo, por la imposición de la nueva fecha.
Hay dudas sobre la motivación de la oficial Unión de Historiadores, para avalar la fecha, pero sobre todo sobre las razones de las autoridades políticas. Al preguntarle a un transeúnte baracoense en la calle Marabi sobre el tema, argumentó sobre alguna intención oculta del “alto mando”, refiriéndose a la cúpula comunista o al mismísimo Comandante en Jefe, y recordó como el gobierno decidió realizar las celebraciones por el nuevo milenio al terminar el año 2000; en vez de 1999, cuando lo celebró todo el occidente cristiano.
Un intelectual baracoense, que me pidió no revelar su nombre, refirió que la oficina del historiador de la ciudad, dirigida por el Doctor Fidel Aguirre, mantiene una “sana distancia” de la polémica, por la sospecha de que juicios extra históricos y académicos estén contaminando la celebración.
Cerca de la Casa de los Veteranos, en la calle Martí, un hombre joven también se refirió a una “intención oculta: la rivalidad con la capital provincial, Guantánamo.
La queja baracoense
Sin ser excepcionalmente alegres, como el estereotipo de los caribeños, los oriundos de Baracoa son personas amables y serviciales. Más bien son discretos, serios, buenos y le dan un alto valor a la amistad.
En general la gente en Baracoa se queja de que la sombra de Guantánamo, la capital provincial, impide el desarrollo del municipio; marcado por el ascenso del turismo, con la consiguiente entrada de moneda fuerte y las, cada vez más amplias, potencialidades de crecimiento.
No es extraordinario en la geopolítica cubana que las autoridades comunistas de la capital provincial intenten someter a los municipios más prósperos, o con mayor potencial, para favorecer el desarrollo de su región. Ocurre en la provincia Granma, donde Bayamo presiona a Manzanillo; en la provincia de Ciego de Ávila, donde la capital se impone a Morón, o en Sancti Spíritus, que somete a Trinidad. También estuvo el caso de Matanzas sobre Varadero, resuelto al subordinar al municipio turístico directamente a la capital del país, como una zona especial.
Los baracoenses sienten sobre sí la misma presión, ejercida desde Guantánamo, y no les falta razón. A una ciudad de cuarenta mil habitantes, donde llegan quinientos turistas diarios que permanecen como promedio cinco días, el 45 % de los cuales repite sus visitas, le faltan servicios y otros elementos para hacer más agradable y atractiva la estadía de los visitantes. Los baracoenses argumentan que con la infraestructura y logística adecuadas, el turismo florecería y haría más próspera la ciudad.
Una de las primeras impresiones es el desabastecimiento en las tiendas que venden en divisas -las de moneda nacional son una “especie en extinción”- y en los hoteles de la compañía Gaviota SA. Las “shoppings” de Baracoa apenas tienen productos en sus anaqueles. No se encuentran en ningún lugar suvenires de la localidad que el turista pueda llevarse como recuerdo de su visita.
Tampoco contribuye al turismo el sistema bancario. En Baracoa no se puede utilizar tarjetas de crédito, pues no existen sistemas que puedan serviciarlas. Para poder utilizar una tarjeta de crédito, los turistas deben viajar hasta Moa, en Holguín, o la cabecera provincial, ambas localidades a más de 150 kilómetros de distancia. El sistema de transporte y renta de autos, no ayuda en lo absoluto. Los autobuses Viazul, sólo llegan a la ciudad una vez al día y no existe un parque de automóviles para la rentarles a los turistas.
Según trabajadores del turismo en la ciudad, muchos de los problemas de la industria se deben a que las instalaciones turísticas de Baracoa se subordinan a las oficinas de Holguín, en vez a una autoridad central en Guantánamo. Esa contradicción organizativa provocó hace unos años la interrupción de la comunicación entre Holguín y Baracoa, por Moa. Arreglar un puente caído en los límites de las dos provincias no era del interés de ambas capitales provinciales; mientras, la interrupción de las comunicaciones perjudicaba los intereses de Baracoas y Moa, e impedía el acceso de los turistas que usan esa vía.
La carga de los 500
Las celebraciones por el quinientos aniversario de la fundación de Baracoa han tenido matices culturales, políticos y sociales. Se han inaugurado parques, obras sociales, tiendas del estado y el Hotel 1511. Hubo visitas de personalidades del Estado, provinciales y nacionales, autoridades eclesiásticas y los alcaldes de las siete primeras villas fundadas en la Isala por Diego Velázquez: Bayamo, Sancti Spíritus, Trinidad, Camagüey, Santiago de Cuba, La Habana y Remedios.
En lo cultural, como parte de los festejos, además de la realización de una gala artística, se presentaron en la Galería de Arte Eliseo Osorio, dos exposiciones de importancia comunitaria y universal, el Salón Territorial 500 años y la muestra personal Transporte a Baracoa, del artesano y filósofo local Leandro Gómez.
El Salón, exhibe pinturas, esculturas y fotografías de artistas de las siete primeras villas, antes mencionadas, que muestran las particularidades de sus regiones y comunidades. Según el curador, Rafael Joel Rey, las obras expuestas incluyen corrientes que van desde el hiperrealismo hasta el realismo mágico, pasando por el paisaje, el retrato y el arte naif.
En Transporte a Baracoa, muestra personal de un artista autodidacta y filósofo de profesión, Leandro muestra miniaturas de los diferentes transportes que sirven para comunicar a los segmentos más humildes de la población baracoense con el mundo exterior. Camiones y jeep en general que, según el artista, llegaron originalmente como equipos militares, para prestar servicio en los ejércitos norteamericano y ruso y hoy siguen sirviendo a los lugareños.
El andarín de Chivirico: un homenaje personal
No todas las actividades por el quinto centenario fueron organizadas oficialmente. Joubert Roblejo, un entrenador de atletismo para niños de la comunidad costera de Chivirico, del Municipio Guamá, en Santiago de Cuba, decidió brindar su homenaje personal a la Ciudad Primada. Con cuarenta y nueve años, Joubert realizó una caminata de 350 kilómetros, desde su casa hasta Baracoa, por las carreteras. Logró su reto en 12 días, avanzando un promedio de 30 kilómetros diarios, y para ello recibió el apoyo de las autoridades deportivas de las provincias de Guantánamo y Santiago de Cuba. Muy sonriente, al llegar a la ciudad y ser recibido con los honores de un invitado especial, agradeció el agasajo y dijo sentirse complacido por estar en la primada.
Quizás Jourbert quiera darles un ejemplo a los turistas, sugiriéndoles que vale la pena ir a Baracoa a pesar de las dificultades, aunque haya que hacerlo a pie