MIAMI, Estados Unidos. — El 22 de mayo de 1987 nació Belgrado (Serbia) el tenista Novak Djokovic, considerado uno de los tres mejores de la historia, junto al suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal.
Djokovic comenzó a jugar al tenis cuando tenía cuatro años de edad. En 1993, fue fichado por la leyenda yugoslava Jelena Genčić, que describió al niño como el mayor talento que había visto desde Mónica Seles, la extraordinaria tenista que casi pierde la vida tras ser apuñalada en pleno partido por un fanático.
Durante seis años Genčić entrenó a Djokovic. Debido al rápido aprendizaje del muchacho, ella comprendió que el próximo paso era viajar al extranjero en busca de un nivel de competencia más elevado. Así, el chico se trasladó a Alemania con doce años, y a los catorce ya se había convertido en campeón de Europa, ganando individuales, dobles y competiciones por equipo.
A lo largo de su carrera profesional, el serbio ha conquistado todos los lauros. Hoy es el tenista con más títulos en grandes torneos sobre pista dura (46), entre los cuales se incluyen 13 Grand Slams, 27 Masters 1000 y seis ATP Finals.
Fuera de la cancha mantiene una vida familiar estable y privada, junto a su esposa y sus dos hijos. Habla cinco idiomas, estudia piano, es seguidor del AC Milán y mantiene una estricta dieta vegetariana como parte de su compromiso con el bienestar animal y la protección del Medio Ambiente.
Djokovic también es muy conocido por sus obras benéficas, especialmente en favor de la infancia. Aunque solo vivió doce años en la antigua Yugoslavia, el conflicto de los Balcanes y su impacto en los niños lo marcarían para siempre.
Es, además, embajador de Buena Voluntad de UNICEF. La fundación que lleva su apellido, creada en 2007, dedica sus esfuerzos a la infancia y la educación temprana en su Serbia natal. Asimismo, ha habilitado un total de 45 centros de educación infantil en ese país, ayudando a más de 22,000 niños y 1,500 maestros con sus esfuerzos.
A raíz de la pandemia de COVID-19, Djokovic fue objeto de numerosas críticas debido a su negativa a vacunarse. Aunque la prensa le ha acusado de impulsar el movimiento antivacunas, Djokovic se ha defendido alegando que no está en contra de las mismas, sino que defiende la libertad de cada persona de tomar decisiones sobre su cuerpo.
Djokovic, que ya es para muchos el mejor tenista de la historia en base a sus números y a la cifra de títulos ganados, se mantiene en la carrera por ser el jugador con mayor cantidad de Grand Slams, condición que comparte junto al español Rafael Nadal, ambos con 22.
