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Julio 15, 1999

La libertad sindical en Cuba

Pedro Pablo Alvarez
Distribuido por el Buró de Información del Movimiento Cubano de Derechos Humanos

Fragmento de la ponencia presentada en el Centro de Estudios Sociales en Ciudad de La Habana por Pedro Pablo Alvarez Ramos, Presidente del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos y el Dr. Francisco Lebland Amate, Director del Instituto Cubano de Estudios Sindicales Independientes

El sindicalismo al que aspiramos se sustenta en las mejores tradiciones obreras cubanas, enriquecidas con las experiencias de otras naciones que en circunstancias similares a las nuestras han logrado desarrollar y consolidar un movimiento sindical con una sólida base social y en congruencia con las condiciones específicas de cada sociedad.

Aspiramos a un sindicalismo donde:

El trabajador sea sujeto de la historia y no objeto.
El trabajador sea el valor superior de la producción.
Lo social sea el objetivo primordial de la economía.
El sindicato sea un instrumento social del trabajador y no éste del sindicato.

Nuestro movimiento sindical incluye a todos los trabajadores cualquiera sea su ubicación en la economía y el tipo de organización a la que pertenecen, sin distinción de raza, credo, sexo o ideología.

El movimiento de trabajadores que estamos conformando está compuesto por diversas organizaciones donde se expresan las diversas ideologías buscando todas un mismo objetivo o fin que es el bienestar de todos los trabajadores.

Creemos que la clase trabajadora tiene la facultad de pensar, tener idea y por tanto de concebir sistemas de ideas (ideologías) para la defensa de sus intereses y la promoción de sus aspiraciones.

Luchamos para que en nuestro país se logre:

La libertad sindical.
La libertad de organización y,
El mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores y muy en particular el respeto a su dignidad humana.
Derecho a elegir libremente el candidato de su elección.
Derecho a un espacio de reflexión y diálogo en los medios masivos de comunicación social y pública.
Derecho a que se le permita a los empresarios extranjeros contratar libre y directamente la fuerza de trabajo.
Derecho a que se le pague su salario en dólares o el equivalente en peso cubano.
Derecho a exigir que se cumpla lo establecido referente a promoción laboral, mejoras salariales y capacitación sin que se tomen en cuenta las condiciones político-ideológicas u otras de naturaleza alguna ajena a lo laboral.
Derecho al abono a una indemnización a todo trabajador inmerso en un paro forzoso.
Derecho a exigir la descongelación o inamovilidad salarial (desde hace más de dos décadas).
Derecho a que se suprima toda forma de limitación en la elección del trabajo o la profesión y que ese derecho se obtenga por igualdad de deberes, previamente recogido en el contrato de trabajo correspondiente.
Derecho a que las iniciativas jurídicas sobre las relaciones laborales partan del movimiento obrero.

Lo mostrado en este trabajo es sólo una parte de los derechos laborales que el anteproyecto elaborado recoge y que nosotros hemos considerado más importante.

Nos consideramos portadores de un proyecto que surge de la modernidad, que se empeña en situar a los sindicatos en la senda de los cambios, logrando que ellos desempeñen el rol que la sociedad les está exigiendo. La propia dinámica económica y las múltiples y multifacéticas variables en los escenarios políticos nos irán exigiendo una visión más renovadora y pragmática de los sindicatos cubanos para que actúen como auténticos representantes de los trabajadores, desde una posición autónoma, independiente y sobre todo libres de cualquier compromiso ideológico, político o partidista.

Hacia esos fines están dirigidos nuestros modestos esfuerzos.

No queremos concluir sin antes expresar que en el ámbito sindical cubano hay un amplio abanico de soluciones rico en modificaciones de fondo para concretar en el plano del pensamiento y de la práctica, las políticas y las categorías sustentadas en propuestas y posiciones que, compartidas o no, merecen respeto, atención y receptividad.

Nada podrá eximirnos de la grave responsabilidad que tenemos todos para con Cuba, su historia, su presente y su futuro.

Recibida en Miami a los 10 días del mes de julio de 1999.

Ariel Hidalgo
Teté Machado

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