|
    
|
Abril 26, 1999
Comentario de la Unión Sindical de Trabajadores de Cuba (Ortodoxa)
por Ibrahim Carrillo Fernández
LA HABANA, abril - Observamos con tristeza en este nuevo 1ro. de mayo de 1999, cómo nuestro movimiento obrero no posee la más mínima autonomía, y a su vez se hace más agudo el síndrome de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC). Se trata de politizar al
máximo nuestro movimiento, también de convertirlo en policía permanente entre sí, con medidas de carácter jurídico, las que han convertido en leyes, sin la anuencia de ningún obrero, porque esto atenta contra nuestro movimiento en general.
Para citar dos ejemplos recientes: la ley 200 de la industria básica y la ley número 88, que en general atenta contra todas las industrias y otras esferas de la economía centralizada nacional. Tanto la una como la otra distan mucho de dignificar a nuestros hermanos obreros,
ni tampoco a intelectuales y profesionales, y mucho menos a los mini auto empresarios cubanos: cuentapropistas. No se habla de reinvindicaciones salariales ni de un veraz estatus económico para nuestra clase trabajadora. De lo único que se trata en estas categorías mencionadas
es de orpimir, asfixiar, desconcertar, y en general crear la incertidumbre familiar.
El primero de mayo, en cualquier parte del mundo, independientemente de ser un día festivo para la clase obrera, y un día que se escoge también para establecer demandas, en nuestro país resulta todo lo contrario. La CTC, como un apéndice gubernamental, politiza
este día, y nuestros aguerridos hermanos, en general, lo convierten en elemento totalmente político desde el punto de vista propagandístico.
La Unión Sindical de Trabajadores de Cuba (Ortodoxa) recaba de todos los sindicatos libres y democráticos del mundo que emitan una formal protesta ante la Central de Trabajadores de Cuba (CTC). La Unión Sindical de Trabajadores de Cuba (Ortodoxa) demanda el descongelamiento
de los sueldos y salarios, el restablecimiento de los convenios laborales colectivos e individuales, el reconocimiento y aplicación de los convenios laborales de la Organización Internacional del Trabajo, números 87 y 95. ¿Cuántas demandas pudiéramos
establecer nosotros, los trabajadores de nuestro país?
Por mencionar algunas, digamos, haciendo alusión al segundo párrafo de este documento, que observamos la galopante subida de precios de los productos básicos, la inadecuada alimentación de los trabajadores en aquellos sectores que disponen de ella, carencia de medios
de protección e higiene del trabajo, carencia de ropa, zapatos, etcétera, etcétera.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente. |
