Declaración de la Alianza Nacional de Agricultores Independientes de Cuba

Santiago de Cuba, 16 de septiembre de 1998

Teniendo en cuenta la crítica situación que enfrentamos con el abastecimiento de alimentos, principalmente con aquellos que provienen directamente del agro, potenciada por la intensa sequía que afecta a la región oriental del país, proponemos:

Suprimir de inmediato todas aquellas medidas de control que limitan la comercialización y traslado de productos agrícolas de los campos hacia las ciudades, y con ello contribuir a aliviar el hambre que padece nuestro pueblo.

Debido a estas medidas de control, a las personas que trasladan productos del agro, éstos le son confiscados, sin tener en cuenta que en muchos lugares se pierden cantidades significativas de productos por falta de envases y transporte, y la pobre o casi nula gestión gubernamental.

Por ejemplo, en la zona de Jutinicú, municipio Songo-La Maya, provincia de Santiago de Cuba, actualmente se están perdiendo cientos de quintales de guayaba. Eliminando estas trabas burocráticas, se liberaría un mecanismo que permitiría dinamizar la actividad agraria, algo imposible de lograr en las actuales condiciones, ya que en sentido general, en el campesinado y en las actividades agrícolas lo que prima es la apatía, el desinterés y la improductividad. Esta situación lleva a la agricultura cubana controlada por el estado a depender constantemente de la ayuda internacional, independientemente de sequías y otros desastres naturales.

Las circunstancias nos imponen actuar con responsabilidad y rapidez, dejando de lado los intereses políticos que sólo interponen y dificultan el necesario despegue productivo que tanto necesitamos.

Reynaldo Hernández, presidente
Antonio Alonso, vicepresidente

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