Editorial
Washington Post
20 de septiembre de 2010

Raúl y Fidel Castro se encuentran en un atasco. Los gobernantes de Cuba gerontocrática se enfrentan a la peor crisis económica en décadas : la producción de alimentos está disminuyendo, la zafra pasada fue la peor en un siglo y miles de millones sólo en subsidios de Chávez errático de Venezuela, Hugo trata de mantener el país a flote. Sin embargo, de 79 años de edad, Raúl y 84- años de edad, Fidel están decididos a preservar lo más posible del sistema socialista del país - y no tienen ninguna intención de permitir una mayor libertad política .

Así que los hermanos están poniendo en marcha una serie de medidas económicas y medio fintas políticas con la esperanza de remendar su régimen sin tener que cambiarlo. La última fue la semana pasada con el anuncio de que 500.000 trabajadores cubanos - o 10 por ciento de la fuerza laboral del estado - serían despedidos de sus empleos. Algunos se trasladará directamente al sector privado por convertir las pequeñas empresas estatales en cooperativas privadas, mientras que el resto se espera para encontrar trabajo en un ampliado " trabajo por cuenta propia ", donde los cubanos están autorizados a trabajar en las vocaciones como reparador de juguetes y productor piñata.

Algunos observadores de Cuba han proclamado este cataclismo económico más grande desde los años 1960 y predijo que Cuba pronto se parecerá a China y Vietnam, países capitalistas gobernados por dictaduras comunistas . En realidad , los Castro parecen tener la intención de algo más cercano a las reformas de urgencia que se introdujeron en la década de 1990 , tras el colapso de la Unión Soviética. el empleo privado también se le permitió continuar el poder, pero fue sometida a estrictos controles . En este caso, también, el régimen prevé una manta el nuevo sector privado con las regulaciones y los impuestos y no tiene planes para proporcionar el capital , el acceso a los materiales, o la inversión extranjera .

Este ajuste , que volvería a la política de EE.UU. donde fue durante la administración Clinton , puede ser la mejor respuesta a las medidas de los Castro. Los cambios fundamentales de la política de EE.UU. hacia Cuba debe esperar a las reformas fundamentales del régimen. Cuando el cubano promedio se les permita el derecho a la libertad de expresión y la libertad de reunión, no sólo con la de cortar el pelo y podar árboles de palma, será el momento para los turistas norteamericanos y ejecutivos de empresas para volver a la isla.

Como era de esperar , los apologistas de los Castro y de agricultura de los EE.UU. saludó este medio paso con nuevos llamados para el levantamiento de lo que queda del embargo comercial contra Cuba, o al menos el fin de todas las restricciones a los viajes . Esto también es parte de la estrategia de los Castro. El régimen ha comenzado poco a poco la liberación de los presos políticos y su deportación- otra concesión limitada que ha hecho antes - con la esperanza de que la administración Obama responderá y que una ola de turistas norteamericanos que llegan con dólares que ellos necesitan desesperadamente. De hecho , la administración de Obama según informes, se propone una liberalización de las restricciones de viaje , aunque no un levantamiento de la prohibición del turismo.

Tomado del Wahington Post y traducido por Google traslation
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/09/19/AR2010091903556.html