Carlos Ríos Otero

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) – Cuando Fidel Castro concluyó el discurso que pronunció en la Universidad de La Habana, el pasado viernes 3 de septiembre, estaba ratificando su pacifismo, según había expresado minutos antes. Y evitando un posible conflicto entre Israel e Irán. Estados Unidos y la Unión Europea se alinearían con Israel.  

Mientras, las emisoras de radio de La Habana informaban a los capitalinos de la suspensión del servicio eléctrico en La Habana durante el domingo 5, debido a reparaciones y mantenimiento, incluso en zonas no planificadas.  

Se reportaron cortes en el fluido incluso en el municipio Playa, que no estaba en el programa de apagones, y en Santa Fe y Jaimanitas el bajo voltaje provocó que se dañaran muchos refrigeradores, y la ira de los consumidores. 

Por otra parte, el periódico local, Tribuna de La Habana, anunció ese domingo, que en la semana del 6 al 12 de septiembre, la falta de agua afectaría a la mayoría de los habaneros, debido a reparaciones en la red. El 50 por ciento del que se bombea se pierde por el deterioro de las tuberías, y porque no se cuenta con un plan que solucione el problema. Lo que se arregla hoy, se descompone mañana. 

Las lluvias de estos días provocaron derrumbes en Centro Habana. En Lagunas 359, la escalera se desplomó y dejó atrapados a los inquilinos del edificio que fueron evacuados hacia las viviendas aledañas. La panadería La campeona, en Neptuno 680, se desplomó y amenaza a los edificios colindantes. En San Rafael 864, los techos de dos edificios se desplomaron. En san Miguel 911 esquina a San Francisco, un solar se vino abajo y varias familias se quedaron sin hogar. Las autoridades las ubicaron en el poblado La Yuca, aledaño a Guanabacoa, en albergues que no poseen condiciones sanitarias.