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Las armas de ayer no sirven hoy

Laritza Diversent  

LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - “Las armas de ayer”, así titula Joel Max Marambio Rodríguez  sus memorias sobre Cuba y Fidel.
Me pregunto si sus recuerdos serán los mismos después que el Ministerio del Interior librara una orden de búsqueda y captura en su contra. ¿Qué armadura utilizará hoy para defenderse de las acusaciones del gobierno revolucionario? 

¿Cómo se sentirá el empresario chileno después de su caída? "El Guatón", como lo conocen en la Isla, llegó a Cuba a mediados de la década de los 60. Hizo contacto personal con Fidel Castro y comenzó a vivir el sueño romántico de los barbudos guerrilleros, bajo las instrucciones del comandante Manuel Piñeiro, conocido como Barbarroja. 

El mismo proyecto que ayer le inspiro un compromiso ético para la vida, hoy lo acusa por los delitos de cohecho, actos en perjuicio de la actividad económica o de la contratación, malversación, falsificación de documentos bancarios y estafa.   

“En Cuba encontré mi modelo de sociedad” -dice el comerciante, de 63 años, en su obra presentada en 2008 en la Feria del Libro de La Habana. Qué curioso que tema volver a la isla cuatro décadas después. En 1973 fue el lugar perfecto para exiliarse, hoy es el lugar más peligroso para su libertad y seguridad personal. Si regresa tiene grandes probabilidades de terminar en la cárcel. 

No acudió al llamamiento del instructor del Ministerio del Interior, teniente coronel Francisco Miguel Estrada Portales, que lo citó e interpeló los días 19 de julio y el 23 de agosto. Conoce bien el sistema judicial cubano. De sobra sabe que ofrece pocas garantías a los acusados.  

El proceso penal en su contra se encuentra en fase preparatoria, momento en que se realizan las diligencias previas a la apertura del juicio oral, por ejemplo, el aseguramiento con prisión provisional para los responsables. 
Sabe también que poco pueden hacer sus abogados a larga distancia.

Necesita presentarse y que le apliquen una medida cautelar para ser parte en el proceso y como tal, ser representado legalmente. ¿Qué hará entonces? Lo que haría todo hombre prudente. Permanecer en su país y olvidarse de la tierra que lo deslumbró en sus años de juventud 

“El Guatón” también está consciente de que la publicación de la citación y requisitoria, en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, es un requisito formal. El gobierno de no lo va a perseguir internacionalmente, pero no lo volverá a perdonar. No será como en 1989, cuando sobrevivió al escándalo político que terminó con el fusilamiento de Antonio de la Guardia y el General de División Arnaldo Ochoa.  

A Marambio, seguramente, lo declararán acusado en rebeldía y lo enjuiciarán en ausencia. Una forma muy sutil de expulsarlo del país. No podrá regresar y perderá todo lo que le quedó en la isla. Si, el único lugar del mundo donde, por ser extranjero y amigo íntimo del máximo líder de la revolución, se le dio la posibilidad de convertirse en millonario. Hoy, nadie lo librará de la confiscación.  

Sin embargo, el misterio ronda el caso de Marambio. ¿Qué paso con el protegido del mayor de los Castro?  ¿Incomodó al actual presidente Raúl Castro? Es evidente que las armas de ayer no le sirven hoy.





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