José  Fornaris (PD)

LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.og) - Lázaro Fariñas vive en Miami y escribe con relativa frecuencia  para el periódico Juventud Rebelde, de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba.  

El diario presenta a Fariñas como  un “periodista cubano radicado en Miami”. Él, desde esa ciudad, despotrica contra sus compatriotas residentes en Estados Unidos, y contra todo lo que critique en esa nación al régimen castrista. Debido a eso se le otorga el título de “periodista cubano radicado en Miami”.  Si fuera de otra forma se le calificaría de integrante de “la mafia cubano-americana”. 

Su último trabajo fue publicado el 11 de agosto y se titula Miami, tortura a las ocho. En ese artículo Fariñas la emprende contra dos programas de la televisión de esa ciudad y contra sus conductores. No da nombres, pero deducir de quienes se trata no es  para nada difícil. 

“Uno de estos dos programas lo conduce una muchacha de origen cubano nacida en Puerto Rico, y el otro un dominicano, nacido en aquel país, con complejo de cubano. El hombre quiere ser cubano de todas formas”.  Imagino que algo más o menos parecido decían los españoles de Máximo Gómez, que nació también en esa isla y fue el General en Jefe  del Ejército Libertador de Cuba. 

En otro párrafo afirma: “Hasta hace alrededor de dos años, me sentaba frente al televisor todas las noches a las ocho y me torturaba por espacio de una hora viendo a estos personajes que allí se presentan a desbarrar contra Cuba y contra los cubanos que en la isla viven”. 

Es evidente que está  tratando de confundir. En Cuba son pocas las personas que tienen la posibilidad de ver esos programas, pero los que en algunas ocasiones han podido verlos, saben que esas opiniones no son ciertas. 

Fariñas agrega: “Algunos años atrás, participé en reiteradas ocasiones en uno de esos programas, y sabía perfectamente que mi debate no sólo sería contra mis oponentes, sino también contra el supuesto entrevistador”. 

¡Qué maravilla! Contra tres o cuatro personas nada más. Los periodistas independientes en Cuba tenemos en contra al Estado, el Partido Comunista, los medios, a la  policía política y los integristas a los que la casta gobernante les otorga algún tipo de privilegio. 

No obstante, hay periodistas independientes, me cuento entre ellos, que estarían dispuestos a participar en algún programa televisivo o radial de opinión. Si Lázaro Fariñas puede resolver eso con sus jefes en La Habana se lo vamos a agradecer. 
Lo único a solicitar, y no quiere decir que esa sea una posición inamovible, es que dejen sin efecto, mientras  los programas sean transmitidos, la figura delictiva de “propaganda enemiga”, porque esta establece que cuando se utiliza un medio de trasmisión masiva para esos menesteres la condena puede ser hasta de15 años de privación de libertad. 

Ante las constantes censuras y críticas de este “periodista cubano radicado en Miami” al lugar en que al parecer está obligado a vivir, surge una pregunta: ¿Qué hace  esta persona viviendo en esa ciudad y en ese país? ¿Por qué no regresa a Cuba que, en definitiva, es su patria?