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Campeones universitarios sin universidad

Francisco Chaviano González 

LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanetorg) -  El pasado sábado el equipo cubano de beisbol derrotó a la selección de los Estados Unidos en el V Mundial Universitario, efectuado en Tokio, y obtuvo la medalla de oro. En los últimos tiempos las cosas se han puesto difíciles para los equipos de la isla en las diferentes lides del orbe, llegando a perder el primer lugar en varias ocasiones, por ejemplo, los tres últimos campeonatos de esta lid universitaria. Tal vez por eso el gobierno decidió elevar el nivel de su equipo y envió un conjunto de primer nivel integrado por algunos de los más destacados jugadores de la pelota cubana. De esta forma aseguraron recuperar el liderazgo de este deporte en ese nivel de competencias. 

Los equipos de los países participantes estaban formados por una selección de peloteros de distintas universidades, excepto el de Cuba. De hecho tal cosa es imposible en este país, toda vez que no existe una sola universidad en el territorio nacional que tenga equipos de nada, porque en nuestros centros de altos estudios no se practica deporte. 

El citado equipo nacional universitario es un fraude, elaborado en misma fábrica de atletas que abastece a los equipos nacionales. Los niños prospectos, luego de ser seleccionados por un cazador de talentos a temprana edad, se forman en las EIDE, ESPA y centros de altos rendimientos provinciales. De acuerdo con su desempeño, ya mayores de edad, se les asigna un salario ubicándolos en un puesto de trabajo que desconocen y nunca desempeñan.

Lo mismo sucede con aquellos que aparecen como universitarios. Se trata de jóvenes que fueron pasando de grado hasta rebasar el bachillerato, luego se les matricula en la Facultad de Licenciatura en Deportes, donde continúan pasando de años sin asistir a clases, porque son peloteros profesionales que dedican al beisbol todas las horas del día, ya sea en prácticas o competencias. En el citado equipo campeón, se pueden encontrar atletas de distintos equipos provinciales que participan en la serie nacional. Sólo unos pocos son nuevos valores juveniles.

Esperemos que algún ocurra también un cambio en el deporte que ponga fin al fraude. El deporte debe ser un derecho de todos. Lo ético en cuanto a salarios es pagarle como profesional a quien lo es, y que los atletas sean libres para que los contraten dentro o fuera del país, sin menoscabo de sus derechos ciudadanos. Cuando sea así, nuestro pueblo disfrutará aún más de nuestros campeones, y éstos invertirán sus ganancias en la economía nacional, contribuyendo al desarrollo del país.

Tal vez entonces, a pesar de que se practique más deporte y tengamos más triunfadores, no alcancemos tantas medallas, pero las que se logren pertenecerán también al pueblo.





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