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Rabo de nube

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - En cincuenta años nunca vio un rabo de nube sobre la ciudad. Como cada sábado en la mañana se encaminó al consejo de redacción, en Lawton. Ascendió por la empinada escalinata de la calle Marqués de la Torre hacia la iglesia de Jesús del Monte, al costado de la Calzada de 10 de octubre.  Parado en la amplia plazoleta, balcón sobre la ciudad, admiró el paisaje con nubes y se encontró con el espectáculo.  Al mirar al norte vio como bajaban.


Dos rabos de nube bajan sobre la ciudad a las 09.30 horas del sábado 9 de octubre de 2010.  Foto tomada desde  la iglesia de Jesús del Monte. Foto enviada por el autor.

En la década del setenta, becado en Tumba 7, cerca de Ceiba del Agua, vio la cola de las nubes negras bajar a tocar tierra hacia la playa de Guanímar. Desde el tercer piso de la secundaria en el campo el espectáculo mantenía absorto a los adolescentes. Mientras, algún charlatán explicaba los distintos ritos para destruir el maleficio meteorológico.Tiros al aire, cruce de machetes, chasquido de tijeras.

No salía de su asombro, pensando cómo las nubes bajaban sobre la ciudad.  Recordó que su cámara tenía las baterías descargadas. Para aumentar su angustia, una joven madre se le acercó a pedirle que hiciera las fotos del bautizo de su hijo. Se disculpó.

Pero, y si pudiera tirar una foto, la nunca vista. O por lo menos la que él nunca había visto. Claro  que no seria para el World Press Photo, o para los concursos que organiza la fototeca de cuba.  Sería su foto.

¡Qué bien! La cámara encendió y con ella la señal al costado izquierdo de la pantalla que indica batería baja.  Miró por el visor y no encontraba el objetivo. Miró por fuera. Tomó como punto de referencia a la izquierda de la raspadura. Volvió al visor, apretó suavemente el obturador e inmediatamente le imprimió más fuerza con el dedo índice.

En una milésima de segundo, aparecieron las nubes en la pantalla y ésta se apagó, recogiendose el lente. La imagen estaba ahí. Sonrió satisfecho y se mantuvo mirando el espectáculo grandioso de la naturaleza, y cómo la lente apuntaba directamente a los edificios del Comité Central de Partido Comunista. Recordó los versos del cantautor Silvio Rodríguez, y rezó: Si me dijeran, pide un deseo, / yo pediría un rabo de nube, /que se llevara lo feo / y me dejara el querube.

aleagapesant@yahoo.es




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