Miguel Iturria Savón

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - En espera del Festival Internacional de Cine de La Habana, programado del 2 al 12 de diciembre, la Cinemateca de Cuba alterna obras clásicas y contemporáneas de diversas naciones. Al ciclo de comedias polacas, le siguieron Todo Almodóvar, Centenario de Kurosawa, tres cintas belgas (El beso, Rosetta y Una cadena compartida), y realizaciones inglesas, francesas y estadounidenses.

Las últimas propuestas fueron El teatro en el cine, en la sala Charlot, del 9 al 21 de noviembre, con  dramas y comedias de Shakespeare como referente esencial, y la muestra de Nikita Mijalkov, en la sala Chaplin, con las principales películas del gran actor y director ruso, cuya vasta producción comenzó durante la era soviética, aunque desde entonces interactuó con figuras del séptimo arte de Italia, Francia y Polonia.   
      
Los malditos, difundida en Cuba como La caída de los dioses, del director italiano Luchino Visconti, inspirado en Macbeth, de Shakespeare y en la novela Los Buddenbrook de Thomas Mann, funde de manera impresionante la tragedia y la política en el melodrama de una familia de industriales alemanes durante el nazismo. Shakespeare gravita además en El toque de la medianoche, comedia sombría del gran Orson Welles, quien se inspiró en Enrique IV, Enrique V, Ricardo III y en Las alegres comadres de Windsor; en el Hamlet de Laurence Olivier, filmada en 1948 y ganadora de varios premios Oscar; en Ricardo III (1955), del mismo cineasta y actor inglés, y en Romeo y Julieta de Franco Zeffirelli.

Antecedieron también al 32 Festival del Cine Latinoamericano otros clásicos del mismo ciclo, como Los caballeros las prefieren rubias (USA, 1953), basaba en una pieza de Broadway; Vive como quieras (USA, 1938), de Frank Capra; el road movie Mi Idaho privado (USA, 1991); Vivir es mi deseo (USA, 1958), y el drama histórico en 16 capítulos Espartaco sangre y arena (USA, 2010), de Joshua Donen; así como la semana de filmes cubanos, efectuada del 12 al 18 de noviembre en saludo al aniversario 491 de la fundación de La Habana, entre estas Los dioses rotos, En el cuerpo equivocado, Eso que anda, El cuerno de la abundancia, La vida es silbar, Los pájaros tirándole a la escopeta y El Premio Flaco.

Mijalkov retornó con un puñado de obras representativas, abarcadoras de dramas, comedias y un documental de estreno en Cuba (Anna, 1993), propias de su versatilidad creativa, sus inquietudes históricas y su peculiar comprensión de los sucesos que determinaron la vida de Rusia durante el siglo XX.

De Nikita Mijalkov, realizador de La Parentela, se exhibieron una docena de títulos antológicos como Fue leal para enemigos y para amigos traidor, Pieza inconclusa para piano mecánico, Algunos días de I. Oblomov, Sin testigos, El barbero de Siberia, Persona non grata, Ojos negros, Urga y dos películas exhibidas en La Habana en octubre del 2009 (12 y Consejero de Estado).

Si La Parentela fue una sátira mordaz del estancamiento del régimen soviético Fue leal… devino un oeste policíaco sobre un tópico manido; mientras Pieza inconclusa…, inspirada en relatos de Chejov, reconstruye el tiempo pasado a través del feliz encuentro de unos burgueses en una casona rural; en tanto la superproducción El barbero de Siberia ofrece de forma magistral la Rusia de fines del siglo XIX.

La estética visual y sonora de Mijalkov prefiere contar lo que amó y dejarle al espectador las cosas que aborreció. En esa cuerda se inscriben Sin Testigos, drama intimista con solo dos actores; Quemados por el sol (1995), premio Oscar al mejor filme extranjero; la divertida comedia romántica Ojos negros (Italia, 1987), con actuaciones de Marcelo Mastroianni, quien recibió el Oscar de actuación, Silvana Mangano y otros, basados también en un drama de Chejov, y el poético e imprescindible Urga, filmado en la estepa mongola, donde una familia tradicional se entera de la existencia del mundo exterior al conocer a un chofer ruso accidentado frente a su casa.