Gladys Linares
LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Hace algunos meses se dejó de vender en los mercados estatales arroz y frijoles, alimentos básicos en la dieta de los cubanos, por lo que los precios en la bolsa negra se han disparado, lo que hace más difícil su adquisición para la mayoría de los trabajadores y pensionados.
Conozco a Irma de verla bregar por el barrio. Nos encontramos en la calle mientras buscábamos alguna opción para alimentar a nuestra familia en estos días en que también las papas y los vegetales se perdieron como por arte de magia, y comenta:
-La televisión habla de grandes siembras, de buenas cosechas, y de cómo aumenta la venta de los productos del agro, y ¿dónde están? Todo es mentira.
-Sí, chica, y de los frijoles no se dice nada. Conseguirlos es una proeza. Igual que la papa; la quitaron de la libreta de racionamiento, dijeron que la iban a vender por la libre, a peso la libra, y no se ha visto más.
-Hace unos días –dice Irma- la prensa informó dónde estaban los puntos de venta de papa y arroz, pero no fue más que un anuncio, porque he ido varias veces a comprar papa, y no están vendiendo nada. El arroz lo venden los fines de semana, y eso cuando aparece. En Diez de octubre han situado dos lugares. Eso es una burla, porque este es uno de los municipios de más población en Ciudad de La Habana. Me dijo mi hermana que vive en Barrera, que allá no hay ningún punto de venta, a pesar de que son 3 mil habitantes. Tienen que ir a Guanabacoa.
Intervino entonces un vecino, Alberto Regueiro:
-He sido trabajador agrícola casi toda mi vida y en el campo no hacían falta ingenieros ni técnicos para hacer producir la tierra. Lo que se necesitaba era trabajarla. Pero hoy el gobierno habla de llevar la ciencia al surco. ¡Que le den en propiedad la tierra a los campesinos, y no pongan tantas trabas, y ya verán que los mercados se llenan de frijoles, y de todo lo demás!
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