Gustavo Pardo Valdés

LA HABANA, Cuba, Noviembre, www.cubanet.org -Noviembre es mes de elecciones en los Estados Unidos de America. Esta vez está en juego el control del Congreso.

Se pronostica que los republicanos podrían ocupar una mayoría de los asientos en la Cámara; y ganar también la mayoría, o al menos reducir la diferencia de escaños actualmente existente, en el Senado.

De hacerse realidad estos pronósticos, es posible que la política actual de la administración Obama con respecto a Cuba sufra un cambio. Los aires de acercamiento que comenzaban a respirarse en las relaciones Cuba- EE UU; tales como el alivio de las restricciones en el comercio y posiblemente en los viajes de turismo de los ciudadanos norteamericanos a la Isla, -aparentemente tan ansiados por el gobierno cubano- posiblemente se disipen. La ampliación de los intercambios culturales y las predicciones de Fidel Castro sobre un inminente retorno a Cuba de los “cinco héroes”, quizás se enfríen o acaben del todo.

La situación política en que se encuentra la administración Obama a medio periodo de su gobierno, es un indicativo de que algo no marcha de acuerdo a las expectativas que el pueblo norteamericano tenía para estas alturas de su mandato.

Obama, que en estos años ha lidiado con los resultados de una crisis económica heredada de dos gobiernos republicanos anteriores; ha utilizado la mayoría demócrata en el legislativo para aprobar controversiales leyes en aspectos tan sensibles para la opinión pública, como la salud pública y la educación; sin que pueda mostrar logros consistentes en la reducción del desempleo y el alivio de la crisis inmobiliaria, aspectos éstos que afectan a la familia media norteamericana. Esta situación de inestabilidad ha dado al Partido Republicano un nuevos aires, mucho antes de lo que se esperaba.

Para Cuba, el control demócrata del Congreso,  trajo como resultado un menor interés de este cuerpo por ayudar a la emergente sociedad civil cubana; originándose en esta entidad una “cacería de brujas” sobre algunas de la Organizaciones que desde el exilio se mostraban  más activas en este sentido.

Las consecuencias de este abandono han impactado negativamente en el desarrollo de proyectos educativos y sociales de a oposición que se encontraban en ejecución en las Bibliotecas Independientes, las Asociaciones de Pedagogos y otras organizaciones de este tipo.

Una mayoría Republicana en el Congreso, o al menos en la Cámara de Representantes, hará más difícil para el gobierno de Obama continuar la política de distención hacia los Castro; sin que, por otra parte, se vislumbre la implementación de medidas más efectivas destinadas a apoyar al movimiento democrático dentro del país. Puede preverse que se retomará el status quo bipartidista tradicional en la política norteamericana hacia la Isla.

El régimen cubano enfrenta la peor crisis socio-económica de su historia, y necesita urgentemente oxigeno, dinero, sin importarle de donde venga. Todo parece indicar que, después de las elecciones en Estados Unidos, será menos probable que sea el “Congreso Imperial” quien se lo suministre.