CIEGO DE ÁVILA, 25 de mayo (Tico Morales, APLA / www.cubanet.org) - Audel Hernández, de 70 años, conocido como Tamarindo, se encuentra abandonado a su suerte. Hernández, quien vive en Ciego de Ávila, está desamparado por el gobierno al que un día brindó sus servicios como combatiente durante la lucha que se libró en la década del 60 en las montañas del Escambray, contra las guerrillas anticastristas.

Al ex combatiente de las llamadas tropas de Lucha Contra Bandidos (LCB),  se le retiró la pensión mensual de 146 pesos (menos de seis dólares), que recibía de bienestar social, y ahora vive prácticamente de la caridad pública.

Tamarindo es conocido también en Morón porque acostumbra a colocar su medalla de combatiente sobre la línea del ferrocarril, a escasos metros de donde vive; cuando viene el tren la retira y grita a todo pulmón: “Esta no es una medalla legítima”.