Gustavo E. Pardo Valdés

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - Todo proyecto requiere de objetivos precisos, realizables y aceptados por la mayoría de sus participantes. La creación de Radio Martí tuvo como fin dotar al pueblo de Cuba de un medio para que los cubanos pudiesen conocer las informaciones que el régimen les vedaba, al tiempo de servir de canal para la difusión hacia el exterior de los acontecimientos que ocurrían en la Isla.

Inicialmente las trasmisiones de esta emisora se originaban en Washington y luego pasaron a Florida, con todos los costos que implicaron el traslado y montaje de los estudios en su nueva ubicación. A estos gastos, debe añadirse la ampliación del horario de transmisión, el aumento de la potencia y de las frecuencias y bandas de difusión de la emisora. Todo esto ha conllevado la inversión de millones de dólares que, con la apertura de TV Martí, continuó elevándose.

En sus inicios, Radio Martí llegó a contar con más de un 35 por ciento del auditorio de la capital, hecho que se constataba por la cantidad de personas que comentaban sobre los programas que escuchaban, y en particular la novela que en aquellos momentos se trasmitía.

Al comentar en la calle, la gente, cautelosa, casi siempre se decía que lo habían escuchado “por casualidad”, lo que motivó que en los años 80 a Radio Martí se le conociera por Radio Casualidad.

Es de destacar que la noticia de lo que realmente ocurrió durante la invasión norteamericana a la isla de Granada, los cubanos la conocieron por esta emisora.
Hoy, la audiencia de Radio Martí ha decrecido de forma ostensible a causa de la poderosa interferencia que el gobierno de Cuba ha colocado a la emisora; añadido a esto, la programación poco atractiva que la misma ofrece a sus oyentes.

Se ha informado que se está considerando el traslado de la emisora a Washington; acción que pondría en dudas el pragmatismo norteamericano en un periodo de crisis económica.

Realizando una evaluación de la realidad que confronta Radio Martí, es preciso tomar en cuenta:

Si persisten o no los objetivos para los cuales fue creada esta emisora.
Si es realista echar al cesto de la basura los costos en que se han incurrido en mantener este medio informativo durante tres décadas.

Si el fin inicial para el cual se creó Radio Martí sigue vigente, y si así es; ¿por qué no contemplar otras variantes más prácticas y económicas?

Por ejemplo, podría considerarse:

Mantener a Radio Martí en sus actuales estudios

Modificar su programación, teniendo en cuenta las preferencias del auditorio de la Isla.

Enfrentar la realidad de la inoperancia de TV Martí, obrando en consecuencia.
Asignar a Radio Martí parte de los recursos estipulados para TV Martí, para con ellos coadyuvar a la aplicación de la tecnología necesaria para que la emisora se escuche en Cuba.

Cuando se sumen pesos y  centavos, se verá el ahorro de dinero y recursos que implica mantener los estudios en Miami, cumpliendo, además, los objetivos iníciales planteados para la creación de este medio de información.