Adolfo Pablo Borrazá

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - El pasado 3 de abril el noticiero de televisión informó que los campesinos cubanos producen al año mil 300 toneladas de arroz, aunque no hay que ilusionarse mucho porque en Cuba, hoy por hoy, se consume más, pero mucho más,  arroz. 

El país está inmerso en una de sus peores crisis. Desde 1959 nunca ha logrado salir del atolladero. Pero ahora el gobierno trata por todas las vías de sustituir las importaciones y estimular la producción agrícola. Al mismo tiempo, de vez en cuando suelta informaciones estimulantes, como esta del arroz, para que la población, desencantada como está, haga falsas conjeturas.

¿En verdad cree el pueblo en las informaciones de los medios? 

Los criollos aprendieron a no confiar en el gobierno comunista. 50 años de falsedad crearon un escepticismo que se respira en el ambiente. Muchos saben que las toneladas de arroz que anunciaron (que no alcanzan para el consumo nacional de un mes), no tienen fecha fija.  

Aunque quieren que el pueblo piense que pronto habrá mucho arroz en los mercados, en estos momentos el grano está desaparecido. Una libra cuesta entre 10 y 15 pesos, el salario de un día de un trabajador. También escasean otros alimentos como las viandas, los vegetales, los frijoles y los chícharos, que no se sabe si los “liberan” o los encierran de nuevo en la libreta de racionamiento.  

Es por eso que el régimen soltó la bola del arroz, para atenuar la decepción. El régimen está acostumbrado a manipular a los cubanos como piezas de ajedrez a las que siempre da jaque mate. Lo mismo sucedió con el vaso de leche que Raúl Castro nos prometió a cada uno hace ya tres años. 

Las cacareadas toneladas de arroz, si son ciertas, irán a parar a los almacenes estatales. El régimen esperará a que se agudice la situación para abastecer un poco los mercados y seguir la cadena de la dependencia pueblo-gobierno. 

En lo que esperamos por el arroz, el régimen nos solicita más sacrificios y resistencia. Recemos para que este año no cruce un ciclón por la isla, porque entonces volarán por el aire las toneladas de arroz que dice tener el gobierno en los campos.