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Votos y machete

Jorge Olivera Castillo, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - La amenaza fue lanzada a boca de jarro. Silvio Benítez estuvo a merced de un machete imaginario que lo descuartizaría en pocos minutos. El potencial autor del asesinato era uno de los integrantes de las “aguerridas” Brigadas de Respuesta Rápida, entidad de corte fascista utilizada por el partido comunista para aterrorizar a sus adversarios.

Afortunadamente, la acción no se concretó. Sólo fueron palabras intimidatorias contra el actual presidente del ilegal Partido Liberal de la República de Cuba, que se atrevió  a postularse en las elecciones municipales para delegados del Poder Popular, cargo que en Cuba no es más que una figura decorativa.

El proceso electoral celebrado el pasado mes concluyó con una masiva participación del pueblo, total normalidad y con la victoria de los candidatos más comprometidos con los lineamientos del oficialismo. ¿Acaso existían elementos para esperar otros desenlaces sin los vicios de un proceso político que gira en torno a los intereses de una camarilla aferrada al estalinismo?

Con la masividad en las urnas y las declaraciones de los votantes, condicionadas por un medio hostil, el régimen logra cierta legitimidad, que le sirve para relajar las críticas provenientes del exterior sobre la violación de los derechos humanos.

La ignorancia generalizada sobre el régimen cubano, podría convertirse en un valladar a la hora de forjarse una opinión de lo que sucede en los procesos eleccionarios, realizados con el fin de maquillar a la dictadura.

Romper con los moldes, como lo ha hecho Silvio Benítez, bajo el amparo de la legislación vigente, es considerado un acto provocador. Basta que milite en una entidad no oficial para ser estigmatizado y enfrentar represalias como las que tuvo que padecer desde que decidió entrar en el proceso electivo.

Detenciones, actos de repudio, y por último, la amenaza de morir macheteado mientras votaba, fue parte del precio a pagar. Como preveía, a instancias de la manipulación de los supervisores de las organizaciones de masas y las presiones al electorado, Silvio obtuvo sólo 15 votos. De todas formas, considera que el rechazo popular a este tipo de actividad va manifestándose poco a poco, y asegura que en el colegio electoral de Punta Brava, localidad habanera donde reside, de entre las 280 personas inscriptas en el padrón electoral, 14 no concurrieron, hubo 39 boletas anuladas y 10 en blanco. Además, afirma que  el candidato más comprometido con el oficialismo, resultó ganador por solo 6 puntos de diferencia.

Esas conclusiones pudieran parecer insignificantes, pero el dirigente opositor estima que para Cuba representan algunos signos del rechazo al régimen, que va madurando poco a poco.

oliverajorge75@yahoo.com




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